Las lecciones de Canadá para la regulación del consumo de cannabis en México

El autor considera que ante una industria nueva que se aproxima a México, la experiencia canadiense puede dar mucho valor agregado y oportunidades a ambas naciones.

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Foto: Daniele Levis Pelusi en Unsplash

Han pasado más de cuatro años desde que el Congreso mexicano aprobó el cannabis medicinal, mientras que pacientes, médicos y empresas siguen esperando la publicación del reglamento de cannabis medicinal que el Senado aprobó la semana pasada y envió a la Cámara de Diputados para crear la Ley Federal de Regulación de Cannabis en México antes del 15 de diciembre de este año. Esta nueva ley permitirá, entre otras cosas, el acceso a diversos productos terapéuticos.

Ante ello, parecería que la prioridad es legalizar el cannabis recreativo y no dar prioridad al tema medicinal y al desarrollo industria de la mariguana y el cáñamo, lo que sin duda podría traer mayores beneficios en el mediano y largo plazo a la economía mexicana y para comunidades agrícolas. Para la gran mayoría de los mexicanos, el cannabis es una planta estigmatizada que se relaciona con cárteles de drogas que han desarrollado esa industria ilegal por varias décadas. La historia y leyenda de estos grupos es ampliamente conocida y documentada en todo el mundo.

Ante una industria nueva que se aproxima a México, considero que la experiencia canadiense puede dar mucho valor agregado y oportunidades a ambas naciones en varios rubros a lo que he llamado la: Canadian Cannabis Diplomacy

Investigación y Desarrollo

Unos de los temas más importantes relacionados con el cannabis medicinal es la investigación de su potencial terapéutico a través de medicina basada en evidencia en diversos padecimientos. La Universidad de McMaster cuenta con el Centro de Investigación en Cannabis Medicinal, que bien podría ser un ejemplo de colaboración con alguna institución de investigación superior de México.

Por otro lado, nuestro país no cuenta con instituciones ni con profesionales de la salud capacitados por lo que una alianza con este tipo de instituciones impulsaría protocolos de investigación sobre los efectos de algunos cannabinoides como el CBD, THC y CBG, en población mexicana.

Educación y Entrenamiento

En los últimos años que he trabajado en la industria canadiense de cannabis, he sido testigo de la gran necesidad de educación en todos los temas relacionados al cannabis que van desde educación a médicos, enfermeros, pacientes, técnicos, profesionistas y consumidores recreativos. La estigmatización y los años de prohibición crearon un “vacío” de expertos en muchas áreas. Para la industria internacional es fundamental profesionalizar en todo lo relacionado a los actividades industriales, médicas y recreativas.

Prácticamente en todas las provincias canadienses se cuenta con diversos programas de estudios técnicos, profesionales y certificaciones que van desde cultivo, extracción, aseguramiento de calidad, análisis de laboratorio, regulación, mercadotecnia y negocios en retail, por mencionar algunos. México no cuenta con instituciones de prestigio que desarrollen están habilidades por lo que creo que puede ser un esquema de colaboración atractivo entre universidades mexicanas y canadienses para desarrollar programas presenciales y en línea.

Inversión y cadena de suministro

Sin duda, uno de los temas mas más importantes es el desarrollo económico global de esta industria. Las empresas canadienses han tenido problemas en acceso a capital, costos de producción, logística y cadena de suministro y ventas. En México, solamente los grupos que han participado ilegalmente en este negocio tiene la experiencia en toda la cadena desde la “semilla hasta la venta”.

Si bien, los costos de producción, la mano de obra, energía y el medio ambiente pueden ser una ventaja para México, lo que verdaderamente se requiere es el plantear un modelo de negocio rentable que pueda atraer capital para el desarrollo de la industria de la marihuana y el cáñamo. Un ejemplo de ello son las operaciones que algunas empresas canadienses tiene en Portugal, que ofrece acceso al mercado europeo.

México podría ofrecer algo similar en la producción de materia prima y productos finales para el mercado asiático, sudamericano y norteamericano en producción de materia prima y productos finales. Los Estados mexicanos son una pieza clave para el desarrollo de la industria por sus vocaciones productivas y acceso a infraestructura.  

La conectividad por carretera de los tres países da una ventaja superior a la competencia de países sudamericanos. Si bien por ahora no es fácil integrar el cannabis en acuerdos comerciales regionales como el T-MEC, esto pude sentar las bases para que el cáñamo y sus derivados puedan ser un comoditi agrícola. De igual manera se debe de aprovechar la consolidación de laindustria farmacéutica mexicana para crear patentes y licencias con empresas canadienses.

Finalmente, un tema a explorar podría ser la integración a la industria de marihuana y cáñamo canadiense de los trabajadores que año tras año vienen a Canadá, dentro el exitoso programa de Trabajadores Temporales y que a su regreso a México cuenten con las habilidades necesarias para integrarse a la industria mexicana.

Regulación

Si bien la industria del cannabis en Canadá es sumamente regulada por Health Canada, la experiencia y retos en su implementación han sido un ejemplo a nivel internacional. Ambos países son diametralmente opuestos, sin embargo, algunas prácticas pueden ser positivas para México. Una de ellas tiene que ver con el sistema de calidad, seguimiento y análisis que busca evitar la presencia del mercado ilícito en la cadena de abasto.

Otro ejemplo muy notorio es la participación de los llamados craft growers con productos de alta calidad que llegan cada vez mas a los cannabis retail de todo el país. Sin embargo, unos de los objetivos fundamentales de la legalización canadiense fue eliminar el mercado ilegal, cosa que no  se ha cumplido ya que más del 50% del cannabis se sigue vendiendo en el mercado ilegal.

México no debe importar un modelo internacional sin embargo la experiencia canadiense es de mucha ayuda para ver los errores, los éxitos y las perspectivas de esta nueva industria. Por su parte México tendrá el reto de crear una industria bajo estándares de transparencia, rendición de cuentas, calidad, cumplimiento de la ley en resumen sistema que al mismo tiempo sea un balance entre regulación, acceso  y desarrollo económico de la industria


Jorge Rubio Escalona es un emprendedor de la industria del cannabis en Canadá y Estados Unidos. Es asesor de la regulación de cannabis en México.  Vive en la Ciudad de Vancouver, Canadá. TW: @jorgeru77

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