Canadá exigirá prueba negativa de COVID-19 en las fronteras terrestres desde la próxima semana

Las nuevas medidas entrarán en vigor el 15 de febrero. Sin embargo, la falta de una prueba negativa no impedirá necesariamente que las personas entren al país.

Foto: Randy Laybourne en Unsplash

Cualquier persona que llegue a través de la frontera terrestre entre Estados Unidos y Canadá será examinada para detectar si está infectado por COVID-19. Solo podrá acceder a terrirorio canadiense si el resyltado es negativo.

La medida entrará en vigor del 15 de febrero y se presenta como la última medida para evitar que el COVID-19 se propague dentro de Canadá mediante personas que viajaron fuera del territorio nacional.

“A partir del 15 de febrero, cuando un ciudadano regrese a Canadá a través de una frontera terrestre, deberá presentar una prueba de PCR de 72 horas; como ocurre con quiene llegan a través de vuelos en avión”, ha señalado el primer ministro canadiense, Justin Trudeau este martes.

Esta medida es particularmente relevante debido a las múltiples variantes de cepas más contagiosas del nuevo coronavirus que ahora circulan, muchas de ellas ya dentro de Canadá.

El gobierno comenzó a exigir a principios de año a todas las personas que llegaban a Canadá por aire que mostraran una prueba de COVID-19 basada en una PCR negativa.

Trudeau ha reconocido que si bien Canadá no puede evitar que sus ciudadanos o residentes permanentes ingresen al país a través de fronteras terrestres, se podrían imponer fuertes multas a quienes no se hagan la prueba.

“No se puede evitar que alguien que está parado en un cruce fronterizo terrestre ingrese a Canadá porque técnicamente ya está en suelo canadiense cuando está hablando con ese oficial de aduanas”, reconoció.

A mediados de enero, Trudeau declaró que la frontera permanecerá cerrada a los viajes no esenciales hasta al menos el 21 de febrero, lo que suponía una nueva extensión de 30 días a las restricciones ya vigentes desde marzo del pasado año.

Se da la circunstancia de que en la actualidad entran más personas en el país por carretera, a través de la frontera con Estados Unidos, que en avión.

Las últimas estadísticas de la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá muestran que desde finales de marzo, 2,9 millones de personas, excluidos los conductores de camiones, ingresaron por un cruce fronterizo terrestre, mientras que 2,4 millones llegaron en avión.

El gobierno federal anunció hace más de dos semanas que los viajeros que regresen del extranjero tendrán que estar en cuarentena en un hotel por mandato federal hasta por tres días a su cargo, aunque Trudeau reconoció que solo una fracción de los casos de COVID-19 parecen provenir del extranjero. La medida todavía no ha sido aplicada.

En una carta dirigida al ministro de transporte y al fiscal general de Canadá, la asociación de libertades civiles exige que Ottawa establezca exenciones de cuarentena y exenciones de tarifas para los canadienses que buscan cuidar a sus seres queridos o recibir tratamiento en el extranjero, en particular personas con apuros económicos.

Ottawa no ha anunciado cuándo entrarán en vigor las cuarentenas obligatorias en los hoteles, una de las varias medidas destinadas a parar la propagación viral en la frontera y disuadir los viajes no esenciales.

Trudeau anunció el 29 de enero que las aerolíneas canadienses habían suspendido los vuelos a México y el Caribe hasta el 30 de abril. Los residentes que elijan volar al extranjero ahora deben presentar resultados negativos de la prueba COVID-19 menos de 72 horas antes de la salida de su vuelo de regreso al país.

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