Casi la mitad de los canadienses apoya que se deporten a personas que están cruzando ilegalmente la frontera entre Canadá y los Estados Unidos, y un número similar desaprueba cómo el primer ministro Justin Trudeau está gestionando esta afluencia, según una encuesta Reuters/Ipsos publicada en las últimas horas. Una minoría significativa, cuatro de cada 10 encuestados, considera que los que intentar acceder de manera ilegal al país podrían ser un riesgo de seguridad para Canadá, y lo relacionan también con un posible riesgo político para el gobierno liberal de Trudeau.
El creciente flujo en los últimos meses de cientos de solicitantes de asilo de origen africano y de Oriente Medio que proceden de los Estados Unidos se ha situado en la agenda política y social de Canadá con una fuerza inédita en los últimos años. Aunque ha existido tradicionalmente un amplio apoyo de los dos principales partidos del país al fomento de altos niveles de inmigración legal en Canadá, Trudeau se encuentra bajo presión sobre el flujo de migrantes ilegales que se viene registrando desde que Trump llegó a la Casa Blanca.
Se le pregunta con reiterada insistencia casi cada vez que aparece en el parlamento con diferentes tonos y perspectivas: los diputados del NDP defienden que sea admitido un mayor número de solicitantes de asilo, los críticos del partido conservador sostienen que los inmigrantes representan un riesgo potencial de seguridad para el país. Los partidos de oposición canadienses rápidamente hicieron propios los resultados de esta encuesta de Reuters y le otorgaron diferentes lecturas y conclusiones que pretenden reforzar sus posiciones de origen.
Leer también:
– Crecen los problemas para los canadienses en la frontera con EE UU
– Un estudio afirma que los canadienses no son tan «excepcionales» con la inmigración y los refugiados
– Alrededor de 1.400 inmigrantes son expulsados anualmente de Canadá por incumplimiento de residencia
Kevin O’Leary y Kellie Leitch, los principales aspirantes a liderar el partido conservador canadiense, afirmaron que la encuesta muestra que tenían razón al exigir que Ottawa adoptara medidas disuasorias en la frontera con Estados Unidos. O´Leary comparte muchos elementos de su personalidad y experiencia con Trump: se trata de un impetuoso hombre de negocios con poca experiencia en la política.
La oposición del NDP sostiene que ya que la encuesta mostró que los canadienses querían que los solicitantes de asilo cruzaran la frontera legalmente, Ottawa debería suspender el acuerdo con Estados Unidos por el cual Canadá rechaza automáticamente a los refugiados de Estados Unidos si intentan reclamar la misma condición en los cruces fronterizos.
Los canadienses se muestran tan preocupados por la inmigración ilegal como los estadounidenses, según la encuesta, que se llevó a cabo entre el 8 y 9 de marzo. Un 48% respalda «el aumento de la deportación de personas que viven ilegalmente en Canadá». Cuando se le preguntó específicamente sobre los recientes cruces fronterizos, el mismo número —el 48%— dijo que Canadá debería «enviar a estos inmigrantes de vuelta a los Estados Unidos». Otro 36% dijo que Canadá debería «aceptar a estos migrantes».
En Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump fue elegido en parte por su promesa de impulsar las deportaciones, el 50% de los adultos consultados aseguró apoyar el «aumento de las deportaciones de inmigrantes ilegales», según una encuesta realizada también de forma paralela por Reuters/Ipsos durante la misma semana. Los inmigrantes ilegales entrevistados por Reuters en Canadá afirmaron haber estado viviendo legalmente en los Estados Unidos y que incluso habían solicitado asilo allí. Sin embargo, decidieron abandonar el país por la inestabilidad generada por las nuevas políticas anti-inmigratorias del presidente Trump.
El apoyo a las deportaciones fue más fuerte entre los hombres, los adultos que carecían de un título universitario, las personas mayores y las que tenían mayores niveles de ingresos. «Hay tantas personas en el mundo que quieren entrar y pasar utilizando los canales adecuados», declaró Greg Janzen, líder electo de un municipio fronterizo de Manitoba. «Eso es lo que molesta a la mayoría de la gente, estos tipos que están saltando la frontera», dijo.