Hay muchas personas que seguramente no lo saben, pero marzo es el Mes de la Prevención del Fraude. Es un buen momento para hablar sobre este tema dado que recientemente, y particularmente tras el inicio de la pandemia, pareciera que los intentos de fraude en el área migratoria han aumentado significativamente.
De hecho, el ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, Marco Mendicino, dijo a propósito que “Canadá es uno de los principales destinos del mundo para la inmigración y los viajes, con millones de personas de todo el mundo que esperan venir aquí cada año. Al presentar sus solicitudes, algunos recurren a consultores u otros servicios en busca de ayuda, y aunque la mayoría de los consultores operan con honestidad, los actores sin escrúpulos a veces explotan el sistema y se aprovechan de las personas”.
En este sentido, el ministro de Inmigración dijo que el Gobierno de Canadá continúa tomando medidas significativas para erradicar el fraude migratorio y proteger a quienes desean venir al país, y explicó que se han implementado varias medidas nuevas para fortalecer el sistema migratorio,:desde una mayor supervisión de las aplicaciones hasta campañas de concienciación pública en todo el mundo.
Más importante aún, dijo, el Gobierno ha comprometido casi 50 millones de dólares para luchar contra el fraude durante los próximos años y ha creado un nuevo órgano regulador para mejorar la supervisión de los consultores de inmigración y tomar medidas enérgicas contra los delincuentes.
“El fraude de inmigración se dirige a las personas que quieren venir a Canadá de buena fe. Lamentablemente, la pandemia ha exacerbado estas actividades preocupantes, con nuevas formas para que personas deshonestas defrauden a sus clientes. Es por eso por lo que estamos redoblando nuestros esfuerzos para combatir el fraude”, apuntó.
Esos esfuerzos incluyen medidas que las personas interesadas en venir al país deben conocer, tales como:
- Canadá evalúa todas las solicitudes recibidas por mérito propio, ya sean presentadas por los propios solicitantes o por sus representantes.
- Canadá no requiere que los solicitantes contraten representantes de inmigración.
- Los solicitantes deben contratar solo consultores autorizados de inmigración y ciudadanía, abogados, o notarios de Quebec.
- El IRCC establece claramente todos los requisitos para venir a Canadá en su sitio web: www.canada.ca/en/immigration-refugees-citizenship.html
“La lucha contra el fraude requiere que todos estemos atentos, informados y preparados. Continuaremos nuestro trabajo para proteger a los canadienses y a aquellos que deseen venir aquí, y siempre defenderemos la seguridad e integridad del sistema de inmigración de Canadá”, dijo el ministro Mendicino.
En varias columnas anteriores ya me he referido a este tema, haciendo un énfasis especial a nuestra comunidad para que se evite futuros dolores de cabeza, contratando sólo a abogados o a consultores de inmigración que estén autorizados para poder representarlo.
Las leyes de inmigración y ciudadanía estipulan que sólo los abogados miembros de la barra de abogados de la provincia donde practican, paralegales regulados por la asociación de abogados (estos sólo pueden trabajar con tribunales de inmigración, no con casos de inmigración), los notarios de Quebec y los miembros del Consejo de Consultores de Inmigración y Ciudadanía (ICCRC) pueden representar a un cliente cuando esta paga por sus servicios.
También puede representar a alguien ante Inmigración y Ciudadanía cualquier persona u organización que no perciba dinero para hacerlo. Pero en muchos casos los clientes, aun sabiendo que la persona no está autorizada para ejercer la profesión, de todas formas, toman sus servicios y cuando llenan los formularios de representación, que van con cada solicitud, ponen que están haciendo los casos ellos mismos. Esta declaración, aunque parezca inofensiva, es en realidad un delito por presentar declaraciones fraudulentas y el cliente puede también recibir cargos de inmigración cuyo resultado es una negación del trámite presentado y una acusación de haber dado declaraciones fraudulentas, por lo cual serán penalizados y no podrán hacer ningún tipo de trámite durante cinco años.
Los consultores de Inmigración autorizados en Canadá están regulados por el Consejo Regulador de Consultores de Inmigración y Ciudadanía (ICCRC), que tiene el mandato de protección al cliente, y es por eso por lo que es esencial que las personas contraten solo consultores regulados por ICCRC. Y es exactamente la misma situación con los abogados, con los paralegales y con los notarios de Quebec.
Los consultores miembros del consejo deben pasar por un programa de estudios de leyes de inmigración, refugio y ciudadanía. Deben pasar exámenes rigurosos de admisión a la profesión; exámenes policiales y exámenes de inglés y o francés.
Las leyes de inmigración cambian frecuentemente y por lo tanto los consultores deben mantener sus conocimientos al día, y para esto deben tomar cursos de capacitación cada año para poder mantener sus licencias. También deben comprar un seguro que cubra errores y/u omisiones que pudieran perjudicar a un cliente, y este seguro puede cubrir situaciones en la que hubo negligencia por parte del consultor. Así, en algunos casos el cliente podrá recuperar el dinero pagado y el dinero perdido a causa del trámite mal presentado.
Si hubo problemas serios de fraude o negligencia grosa, el consultor puede ser disciplinado, puede ser suspendido y en algunos casos puede perder su licencia.
Como parte de los requisitos para obtener la licencia para practicar, los consultores regulados tienen que tomar una serie de cursos ofrecidos por ICCRC en los cuales aprenden prácticas de oficina, entre las cuales incluye la preparación de un contrato con el cliente en el cual se especifica el trabajo que se va a hacer, las responsabilidades del cliente y del consultor, y los datos del cuerpo regulador en caso de que sea necesario contactarlos.
Al tener un contrato con un consultor regulado, el cliente tiene la seguridad de que está tratando con un profesional y que en caso de que haya algún problema puede dirigirse al departamento de quejas y disciplina del regulador, quien estudiará el problema y llegará al fallo pertinente.
Cuando digo estudiar el problema debo clarificar que el cliente presenta la queja y envía todas las pruebas que tenga a su alcance. El regulador requerirá una respuesta y explicación al consultor, a quien también se le dará la oportunidad de enviar sus argumentos y pruebas, y luego se hará una investigación en la cual se llegará a un fallo sobre la situación presentada.
La posibilidad de que se presente una queja al cuerpo regulador de consultores no termina con el cliente, ya que la ley les permite a los oficiales de inmigración y a los tribunales de inmigración reportar a un consultor si los funcionarios o miembros del Consejo de Inmigración y Refugio consideran que la persona no está actuando de manera correcta, es incompetente o negligente.
Los consultores de inmigración también tienen que operar bajo un código de ética profesional y de reglamentos estrictos. El romper cualquiera de las reglas o ser encontrado negligente en un caso podría resultar en una suspensión o una remoción de la licencia para practicar.
La práctica de consultores de inmigración está muy bien regulada, pero lamentablemente el ICCRC sólo puede proteger al público cuando éste usa a un miembro regulado por ellos. Cuando las personas elijen llevar sus casos a personas no calificadas y no reguladas, el ICCRC no tiene el poder de intervenir para proteger al cliente. El Gobierno ha creado los mecanismos de protección al público, pero estos no sirven de nada cuando los clientes toman los servicios de personas no autorizadas. Si quiere asegurarse de que un consultor está trabajando legalmente, entre a la página web de ICCRC, www.iccrc-crcic.ca, busque en la lista de consultores autorizados y asegúrese de que la persona con quien desea trabajar es un consultor regulado.