Con el estado de emergencia de COVID-19 de Ontario expirando el martes, Ontario inicia este miércoles la transición hacia el nuevo al plan de reapertura codificado por colores, aliviando el estado de emergencia que ha estado en vigor en las últimas semanas.
Ese sistema se modifica desde este miércoles para permitir cierto grado de compras en persona en tiendas no esenciales en todos los niveles, incluido el nivel de bloqueo gris, el más restrictivo.
Las primeras tres regiones en ingresar al nivel de prevención verde (el más liviano) el miércoles serán Hastings Prince Edward, Kingston, Frontenac y Lennox & Addington, y el condado y distrito de Renfrew.
Todas las demás regiones permanecen bajo la orden de quedarse en casa hasta el 16 de febrero y las áreas de Toronto, Peel y York serán las últimas en eliminar algunas de las restricciones actuales. Eso no ocurrirá hasta el 22 de febrero.
En las últimas horas diversos sectores económicos del país han mostrado su preocupación porque el regreso al marco codificado por colores sin controles de movimiento conducirá a más viajes entre regiones y, por lo tanto, a un mayor riesgo de contagios.
Max Kaiser, el teniente de alcalde de Greater Napanee, dice que existe inquietud ante la idea de que las personas viajen al área para hacer compras y otras necesidades.
La categoría en la que se coloquen dependerá de sus tasas de casos locales y cualquier aumento repentino de casos podría retrasar ese plan.
La directora ejecutiva de la Asociación de Enfermeras Registradas de Ontario, Doris Grinspun, ha defendido en declaraciones a 680 News que la provincia debería haber retrasado la reapertura económica hasta dos o tres semanas después de que todos los estudiantes reanuden el aprendizaje en persona para determinar si se ha logrado de manera segura.
Los estudiantes de Toronto, la región de Peel y la región de York regresarán a las aulas físicas la próxima semana, mientras que las escuelas en otras regiones ya han reabierto.
Si bien los nuevos casos de COVID-19 en toda la provincia han disminuido gradualmente en las últimas semanas, los funcionarios de salud están cada vez más preocupados por el aumento de más cepas infecciosas. En Ontario han aparecido tres cepas del virus.
La semana pasada, el ministro de Educación, Stephen Lecce, dijo que Ontario está considerando cancelar las vacaciones de marzo en un esfuerzo por frenar la propagación del virus.
Lecce afirmó que está a la espera de la opinión del director médico de salud de la provincia antes de hacer una última llamada.
La líder de la oposición del NDP, Andrea Horwath, pidió el lunes que las vacaciones de marzo sigan adelante según lo planeado, y dijo que es importante para la salud mental y emocional de padres, educadores y estudiantes.
«Lo que le pedimos a Doug Ford es que brinde claridad al respecto más temprano que tarde», dijo Horwath.
La doctora Theresa Tam considera que las provincias deben actuar con cuidado al reabrir negocios en los próximos días y semanas a la luz de las nuevas variantes más fuertes.
«Este no es el momento de dar a conocer todo en términos de medidas de salud pública», dijo Tam el martes. «Creo que las provincias y los territorios, por supuesto, están tomando las decisiones individuales en función de su propio contexto, pero todos deben hacerlo con extrema cautela».
Ontario reportó 1.022 nuevos casos de COVID-19 y 17 muertes el martes.