El Gobierno de Canadá ha decidido retirar la ciudadanía a Jorge Vinicio Sosa-Orantes, uno de los cuatro exsoldados guatemaltecos implicados en la conocida como Masacre de Las Dos Erres, en la que más de 200 personas, entre ellas niños y mujeres, fueron asesinadas en el marco de la Guerra Civil del país (1960-1996).
En la masacre, ocurrida entre los días 6, 7 y 8 de diciembre de 1982, los militares violaron a mujeres y niñas, y torturaron y asesinaron (a tiros e incluso a martillazos) a entre 200 y 250 personas. La matanza fue uno de los episodios más sanguinarios del conflicto.
El Gobierno federal alega en su demanda que Sosa-Orantes, quien obtuvo la nacionalidad canadiense en la década de los noventa, accedió a ella ocultando su papel en la masacre.
Sosa, de 59 años de edad, cumple actualmente una condena de diez años de prisión por un fraude contra el sistema migratorio en Estados Unidos, país que también le retiró la ciudadanía, en el año 2014.
El antiguo kaibil —soldado de élite del Ejército de Guatemala— solicitó asilo al Gobierno estadounidense, argumentando que huía de las guerrillas en su país. Washington rechazó su solicitud, por lo que huyó a Canadá, donde sí logró obtener la ciudadanía en 1992. Posteriormente, en 2011, fue detenido en Lethbridge, Alberta, y extraditado a Estados Unidos.
La Masacre de Las Dos Erres tuvo lugar a principios de diciembre de 1982, meses después del golpe de estado que llevó a Efraín Ríos Montt a convertirse en el presidente de facto de la dictadura en el país.
Fue perpetrada por un comando de 17 soldados y estuvo motivada por una emboscada anterior de la guerrilla izquierdista, en la que murieron un total de 21 militares guatemaltecos y se robó un cargamento de armas.
La operación duró tres días. Decenas de niños fueron lanzados a un pozo y muchas mujeres fueron violadas, torturadas y fusiladas, como parte de la campaña de tácticas de ‘tierra quemada’ impulsada por Ríos Montt, condenado por genocidio, aunque esta sentencia fue anulada en primera instancia, y el juicio sigue abierto.
La guerra civil guatemalteca, enmarcada en el contexto de la Guerra Fría entre el bloque capitalista liderado por EE UU y el comunista liderado por la Unión Soviética, se extendió durante casi cuatro décadas, entre 1960 y 1996, y se cobró la vida de al menos 200.000 personas.
De acuerdo con las conclusiones de la comisión independiente designada para la investigación de las matanzas ocurridas durante el conflicto, el ejército guatemalteco —que contaba con el respaldo de EE UU— fue responsable de la mayoría de las muertes.
El periodo más letal fueron los años del gobierno de José Efraín Ríos Montt, quien lideró la dictadura guatemalteca entre los años 1982 y 1983 como presidente de facto, posición a la que llegó tras un golpe de Estado.
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