El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció este viernes la suspensión, a partir del domingo y hasta el próximo 30 de abril, de los vuelos con México y el Caribe (los destinos turísticos más populares entre los canadienses en el continente americano), con el fin de intentar controlar la llegada al país de nuevas variantes de la COVID-19. El Gobierno federal, no obstante, mantendrá abiertos corredores aéreos con otros países, como Estados Unidos y el Reino Unido.
Trudeau anunció asimismo que todos los viajeros que entren en el país deberán permanecer en cuarentena en hoteles durante al menos tres días, bajo estricta supervisión y pagados por los propios viajeros.
Ambas medidas están encaminadas a desalentar los viajes internacionales. «Con los problemas a los que nos enfrentamos con la COVID-19, tanto en el interior como en el extranjero, estaremos de acuerdo en que ahora no es el momento de volar», dijo el primer ministro durante una comparecencia ante la prensa.
Las autoridades canadienses han logrado así que las compañías que vuelan al Caribe y México (Air Canada, WestJet, Sunwing y Air Transat) suspendan sus vuelos a la región hasta el 30 de abril. Solo estarán autorizadas a repatriar a aquellos canadienses que se encuentren ahora en esos destinos.
Por otra parte, a partir de la próxima semana los vuelos internacionales solo podrán aterrizar en cuatro aeropuertos del país: Vancouver, Toronto, Calgary y Montreal.
PCR y cuarentena en un hotel
Trudeau también anunció que en el futuro se obligará a todas las personas que vuelen a Canadá a que se sometan a una prueba PCR para la detección del coronavirus en el aeropuerto de salida, lo que obligará a los viajeros a permanecer en un hotel aprobado por las autoridades canadienses durante tres días antes de abordar su avión.
Los viajeros deberán asumir el coste del test, así como el de los tres días que pasen en el hotel, en torno a unos 2.000 dólares canadienses en total, según precisó Trudeau.
Si la prueba es negativa, los viajeros podrán entonces concluir su cuarentena de dos semanas en su propio domicilio, «pero bajo mayores medidas de vigilancia», puntualizó el primer ministro. Los viajeros que den positivo serán transferidos a un centro de salud público.
En las próximas semanas, Canadá también exigirá a los viajeros no esenciales que llegan a través de los pasos fronterizos terrestres con Estados Unidos un resultado negativo de PRC para poder entrar en el país.
Desde marzo de 2020, las personas que llegan al país, canadienses o no, deben someterse a una cuarentena obligatoria de 14 días, y, hasta ahora, Canadá había cerrado sus fronteras internacionales y desaconsejado desde entonces los viajes «no esenciales».
Medidas «duras pero necesarias»
Las medidas anunciadas este viernes por el primer ministro son, según manifestó el propio Trudeau, «duras», pero «necesarias» para limitar al máximo los viajes internacionales.
Desde el inicio de la pandemia, alrededor de 8,6 millones de personas, sin contar trabajadores esenciales como conductores de camiones procedentes de Estados Unidos, han llegado a Canadá procedentes del extranjero, informa Efe.
Las nueva restricciones fueron anunciadas tras semanas de presiones por parte de autoridades regionales, que han visto cómo el número de casos en el país se han disparado a pesar de las medidas de confinamiento implementadas en muchas de las provincias canadienses.
La provincia de Ontario advirtió este jueves de que la llamada variante británica del coronavirus será la dominante para el mes de marzo si no se consigue controlar su transmisión.
Canadá registraba hasta este viernes más de 769.000 casos de coronavirus y alrededor de 19.000 muertos por la pandemia.