La desolación invernal del lago Ontario resulta algo más llevadera durante estos días gracias a las instalaciones de la exposición Winter Stations (Estaciones de Invierno), que, como cada año desde que arrancara el proyecto en 2014, salpican las playas del este de Toronto recubriendo y reimaginando sobre la arena oculta bajo la nieve los puestos de los socorristas temporalmente abandonados.
Winter Stations es un concurso internacional de arte y diseño al que todos los años se presentan propuestas de artistas de cerca de un centenar de países. Las obras ganadoras de la presente edición permanecerán instaladas a lo largo de Woodbine Beach hasta el próximo 3 de abril.
Entre las estaciones de esta año destacan un faro que no es tanto una advertencia de peligro como una invitación a «la esperanza, la diversión, la energía y el orgullo»; una acogedora casa levantada con palabras talladas en la madera y radiantes vidrieras («el lugar donde puedes sentir seguridad, fuerza y libertad, proyectando así un resplandor de belleza interior y potencial al mundo exterior»); o la denominada Ripple Hut (cabaña ondulada), que, emulando la forma de las canoas, ofrece un enfoque alternativo en torno a la belleza de la fabricación artesana de este medio de transporte tan canadiense, con pequeñas aberturas para mirar el lago, la playa (y la gente) desde un contexto diferente.
La obra más evocadora, no obstante, es quizá el monumento dedicado al mapache Conrad, una enorme extructura realizada principalmente con planchas de metal que preside uno de los extremos de la playa. Conrad fue un mapache que murió en la esquina de las calles Yonge y Church en el verano de 2015, y su recuerdo sigue inspirando compasión y cariño entre los vecinos de Toronto, como puede comprobarse por las flores y piedras conmemorativas depositadas a los pies de la escultura.
Fotos: Lattin Magazine. Pulsa en cualquier imagen para acceder a la galería y obtener más información.