El primer ministro Doug Ford ha anunciado que su gobierno descarta, de momento, introducir el toque de queda como medida extrema para detener el incremento de contagios por COVID-19 en la provincia. Aunque la semana pasada se especuló seriamente con que esta medida se adoptaría a principios de esta semana, como ya ocurre en Quebec, el ejecutivo provincial se resiste a hacerlo.
Según ha adelantado hoy la CBC, los funcionarios de salud no recomiendan un toque de queda durante la noche en este momento.
Unas cifras preocupantes
Este fin de semana, Quebec se convirtió en la primera provincia en hacer cumplir un toque de queda, lo que provocó que la policía entregara más de 200 multas a personas que no cumplían con las medidas de salud y seguridad.
Ontario superó los 200.000 casos totales de coronavirus la semana pasada, solo seis semanas después de que alcanzara los 100.000 casos, en concreto el 20 de noviembre.
La provincia informó de 3.338 casos de COVID-19 y 29 muertes con más de 46.400 pruebas completadas. Estas muertes hacen que la cifra total de muertos en Ontario desde el inicio de la pandemia supere la marca de 5.000. La provincia también alcanzó un récord de hospitalizaciones este lunes.
Ford ha advertido sobre un escenario de «aguas turbulentas» en los próximos meses antes de los nuevos datos de modelado de COVID-19 programados que también se publicarán este martes.
En un breve video tuit el domingo, Ford aseguró que el sistema de salud está al borde del colapso instó a los habitantes de Ontario a mantenerse unidos, ya que será hasta a finales de la primavera cuando la vacunación masiva esté disponible.
«Estoy pidiendo una vez más que necesitamos unirnos, tenemos que mantenernos unidos. Vamos a ver aguas turbulentas reales durante los próximos meses «, dijo Ford con cierto aire dramático.
Un horizonte «alarmante»
El primer ministro señaló que si bien los funcionarios están trabajando para vacunar a las personas rápidamente, la inoculación masiva no ocurrirá hasta «abril, mayo y junio».
El viernes Ford ya anticipó un escenario catastrófico para las próximas semanas y lo hizo de una manera muy gráfica: aseguraba que los ciudadano de la provincia «se caerán de la silla» cuando se publiquen este martes los nuevos datos actualizados.
Si bien una encuesta de opinión pública reciente encontró que la mayoría de los habitantes de Ontario apoyan la continuación e incluso la mejora de las medidas de bloqueo actuales, también quedó claro que muchos trazan la línea sobre las restricciones que limitarían su movimiento fuera de sus hogares, como un toque de queda.
Muchos ciudadanos incumplen las normas
De acuerdo con los datos de movilidad publicados por el Toronto Star, en la semana previa al Boxing Day, 101.500 residentes de Toronto, Peel y York Region acudieron a cinco centros comerciales en las regiones de Halton y Durham para realizar compras navideñas de última hora.
En ese momento, Halton y Durham permanecían en la zona de «control rojo» de las provincias, mientras que Toronto, Peel y York estaban en la zona de «bloqueo gris». Es decir, hubo un movimiento de residentes masivo que ayudó a propagar el virus más allá de las zonas con máximo nivel de confinamiento.
Los datos muestran que Pickering Town Centre y Toronto Premium Outlets obtuvieron más compradores navideños de último minuto de clientes procedentes de las regiones bloqueadas que de sus propias regiones. Más de 13.000 habitantes de Toronto acudieron en masa al Oshawa Center para sus compras navideñas de última hora. Ese número es un 155 por ciento más alto que en el mismo período de hace un año.