Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump; de México, Enrique Peña Nieto; y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, firmaron este viernes durante la cumbre en Buenos Aires del denominado G-20 el nuevo acuerdo trilateral de comercio que sustituye al TLCAN (NAFTA, en inglés).
La firma estuvorodeada de una gran expectación por las declaraciones que pudiera realizar el presidente estadounidense, que desde que irrumpió en el mundo de la política hace más de dos años fijó en este acuerdo de libre comercio una de sus obsesiones. Y no defraudó, Trump señaló gráficamente que la negociación del nuevo acuerdo había sido «una batalla».
Trump admitió que, además de trabajar “muy duro” para lograr este acuerdo, se han producido “algunos abusos”, aludiendo tal vez a sus denuncias continuadas de los supuestos desequilibrios en contra de Estados Unidos del TLCAN, o a sus presiones para firmar un nuevo tratado, con amenazas constantes de una rescisión unilateral del anterior. “Ha sido una batalla”, pero a veces las batallas permiten hacer “buenos amigos”, añadió.
“Quiero agradecerle personalmente y desearle lo mejor a Peña Nieto”, dijo Trump al presidente mexicano, “un hombre especial” que hoy vive su último día de mandato; mañana toma posesión Andrés Manuel López Obrador, con el que Trump ha dicho que está “deseando trabajar” puesto que su relación con él ya es buena” y va a ser “muy, muy, muy buena”.
El primer ministro canadiense Justin Trudeau se abstuvo de referirse al acuerdo comercial revisado como el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA en sus siglas en inglés), como así se le conocerá a partir de ahora, y prefirió llamarlo el «nuevo TLCAN». La semántica de Trudeau continuó atormentando las preocupaciones sobre las objeciones de Canadá a los aranceles estadounidenses al acero canadiense, lo que generó especulaciones sobre si Trudeau asistiría a la firma. De hecho, este es un tema que seguirá negociandose pese a la firma del nuevo acuerdo, porque las posiciones siguen muy enfrentadas.
«El nuevo acuerdo elimina el riesgo de una seria incertidumbre económica que persistió durante todo el proceso de renegociación comercial, una incertidumbre que solo habría empeorado y sería más perjudicial si no hubiéramos alcanzado un nuevo TLCAN», dijo Trudeau en su intervención.
Trump, quien se situó entre sus homólogos canadienses y mexicanos ocupando una estratégica posición central, dijo que el nuevo Tratado era un acuerdo modelo que evitaría que los empleos de automóviles se fueran al extranjero, protegerá los derechos de propiedad intelectual y brindará protecciones sólidas al comercio digital y los servicios financieros.
Los aranceles de los Estados Unidos para el acero y el aluminio siguen vigentes, pero un funcionario canadiense aseguró, sugún señala el diario The Guardian, que la ventaja de suscribirse al acuerdo ahora es una carta de apoyo al sector automóvil, que exime a Canadá de aranceles potenciales para las exportaciones de hasta 2,6 millones de vehículos, muy por encima de los niveles actuales.
Reunidos en el marco de la Cumbre de Líderes del G20, los mandatarios de los tres países expresaron su beneplácito por la firma del T-MEC y reiteraron que este acuerdo fortalece la integración comercial de América del Norte, manteniéndola como una de las regiones más competitivas del mundo. Este ha sido el último acto oficial del presidente mexicano, que el próximo 1 de diciembre traspasará sus poderes a Andrés Manuel López Obrador.