El 20 de noviembre de 1998, hace ahora 20 años, dio comienzo una aventura científica que es también uno de los mayores ejemplos de cooperación internacional de la historia. Ese día fue lanzado el módulo ruso Zaryá, con el que se puso en funcionamiento la Estación Espacial Internacional (EEI), una miniciudad científica que desde entonces orbita a unos 400 kilómetros de la Tierra, operada por la Agencia Espacial Europea (ESA), la estadounidense NASA, la rusa Roscosmos, la japonesa JAXA y la canadiense CSA. Es la mayor infraestructura que los humanos han lanzado jamás al espacio, ha estado habitada ininterrumpidamente desde 2000, y desde 2001 está equipada con un sofisticado ingenio tecnológico conocido como Canadarm (o, más exactamente, Canadarm2), un gran ‘brazo’ mecánico que ayuda a realizar tareas en el exterior de la nave, y que fue concebido y desarrollado en Canadá.
Canadarm2 es el heredero mejorado y más avanzado de Canadarm, otro brazo mecánico canadiense que fue utilizado en los transbordadores espaciales, y que fue retirado finalmente en julio de 2011 tras más de 90 misiones. Fue diseñado y fabricado por MDA Space Missions (llamada anteriormente MD Robotics), para el programa de la contribución de la Agencia Espacial Canadiense (CSA, por sus siglas en inglés) a la Estación Espacial Internacional. En 2013 el Banco de Canadá lo incorporó como ilustración en el reverso de los billetes de 5 dólares.
Denominado en su conjunto Sistema Móvil de Mantenimiento (Mobile Servicing System, MSS), y más conocido por el nombre de su componente principal (Canadarm2), este sistema robotizado asociado a la EEI tiene un importante papel en el ensamblaje y el mantenimiento de la estación, mueve equipos y suministros, ayuda en el exterior a los astronautas en sus tareas de investigación, mantenimiento y reparación, y revisa cargas e instrumentos.
El MSS se mueve a lo largo de unos raíles y está formado por tres componentes principales: el brazo robótico llamado Manipulador Remoto de la Estación Espacial (SSRMS, por sus siglas en inglés), el Servicio Remoto Móvil del Sistema Base (MBS), y el Manipulador Diestro de Propósito Especial (SPDM), también llamado Dextre o Canada Hand.
Para asistir a los astronautas en el exterior de la Estación, el sistema tiene espacios designados para guardar herramientas y equipos, limitadores de pies, pasamanos y puntos de amarre de seguridad, así como una cámara de ensamblaje. Si se necesita, es incluso posible para un astronauta subirse al MBS mientras se desplaza por los raíles del armazón.
En cuanto al Dextre, la llamada ‘mano canadiense’, se trata de un pequeño robot de dos manos capaz de llevar a cabo delicadas tareas de ensamblaje que al principio eran realizadas por los astronautas durante los paseos espaciales. Tras llevarse a cabo diversas pruebas en cámaras de simulación espacial en el Laboratorio David Florida de la Agencia Espacial Canadiense en Ottawa, este manipulador fue lanzado el 11 de marzo de 2008 con la expedición STS-123.
Cuando está totalmente extendido, Canadarm2 tiene una longitud de 17.6 metros. El brazo posee siete articulaciones (un ‘codo’ en el medio y tres articulaciones rotatorias que están, a su vez, articuladas), y su peso total es de 1.800 kilos, con un diámetro de 35 centímetros. Canadarm2 puede sostener cargas de hasta 116.000 kilos, y fue capaz de prestar asistencia en el acoplamiento del transbordador espacial a la Estación Internacional.
Canadienses en el espacio
Hasta la fecha han pasado por la Estación Espacial Internacional un total de seis astronautas canadienses, dos de ellos en misiones de larga duración (Robert Thirsk, en la Expedición 20/21 de 2008, y Chris Hadfield, en la Expedición 34/35 de 2013), y cuatro en visitas de transbordadores espaciales (Julie Payette, Dave Williams, Steve MacLean y Marc Garneau).
El próximo será David Saint-Jacques, quien a partir del 3 de diciembre de 2018 se convertirá en el tercer canadiense en llevar a cabo una misión de larga duración en la EEI, donde permanecerá un total de seis meses y medio, hasta junio de 2019, como parte de la Expedición 58.
Canadá ha llevado a cabo más de 20 estudios científicos en la Estación Espacial Internacional, entre ellos, algunos dedicados a estudiar los efectos del viaje espacial en los cuerpos de los astronautas antes de emprender viajes más largos en nuestro sistema solar.