El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, ha afirmado en Vancouver que la discriminación que la comunidad LGTBI sufre en Latinoamérica es un «déficit democrático» y que es «inaceptable e intolerable». Almagro participó este lunes junto con los ministros de Asuntos Exteriores de Chile, Roberto Ampuero, y Canadá, Chrystia Freeland, en la apertura de la Conferencia Mundial de la Coalición por la Igualdad de Derechos sobre los Derechos Humanos y el Desarrollo Inclusivo de las personas LGBTI.
Durante la apertura, Almagro afirmó que la situación en Latinoamérica «es mejor» que la que existe en otras regiones del mundo pero reconoció que no es «ni mucho menos, suficiente». Almagro enumeró algunos de los logros de Latinoamérica en materia de protección de la comunidad LGBTI, como la aprobación de la «primera convención legalmente vinculante contra cualquier forma de discriminación, que prohíbe específicamente discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género».
El secretario general de la OEA añadió que «al menos 14 países» cuentan con leyes que prohíben la discriminación y abusos contra personas LGTBI y «5 o 6 países» han aprobado el matrimonio entre personas homosexuales. Pero Almagro también reconoció que existe una gran brecha entre la normativa aprobada por Latinoamérica y la realidad que viven la comunidad LGTBI. «En México, en los últimos 20 años se han producido al menos 1.000 asesinatos homofóbicos; la población transgénero tiene graves obstáculos para conseguir trabajos formales, lo que les empuja a trabajos sexuales y les expone a la violencia. En Brasil se produce un asesinato cada 25 horas debido la orientación sexual de la persona», explicó.
Según Almagro, la situación supone un «déficit democrático» y que «la desigualdad es un déficit en democracia que es inaceptable e intolerable».