El mercado inmobiliario de Toronto sigue estando en el ojo del huracán. Lo que para algunos es una oportunidad de negocio y el indicador del imparable crecimiento económico y demográfico de la ciudad, para muchos es el inicio de un drama vital que les empuja a tomar decisiones que, a largo plazo, pueden afectar también a la capacidad de desarrollo de Toronto.
La Junta de Comercio de la Región de Toronto acaba de alertar de que si el GTA (Greater Toronto Area), quiere atraer y retener a los mejores talentos del mundo, la provincia necesitará encontrar solución a la escasez de viviendas en la zona, en parte revisando sus recientemente ampliados controles de renta.
Una encuesta realizada en las últimas semanas indica que el 42% de los jóvenes profesionales encuestados está considerando abandonar la región debido al alto coste de la vivienda, lo que afectaría directamente a la capacidad de la ciudad como captador de talento, uno de los indicadores que más se valora de Toronto respecto a otras grandes urbes mundiales.
Otro estudio realizado este mes por la plataforma on-line de alquiler Padmapper muestra que un apartamento de una habitación cuesta 2.100 dólares en Toronto y el Toronto Real Estate Board informó que el precio promedio de la vivienda en la región, en todas las categorías de viviendas, desde condominios hasta casas unifamiliares, es de 734 dólares al mes. El promedio nacional es de 481 dólares.
El experto Matt Elliot señalaba en un artículo de la edición de este martes de Metro News que si Toronto quiere más viviendas asequibles “nuestros líderes tendrán que construirlas, y la historia tiene algunas lecciones muy valiosas para enseñarnos”. Elliot recuerda que en 2017 las rentas en edificios de apartamentos aumentaron más rápido que en 15 años, mientras que las tasas de vacantes alcanzaron su punto más bajo en 16 años.
Esta situación, sobre la que los expertos no auguran una corrección a medio plazo, ha llevado la Junta de Comercio a publicar un libro blanco de estrategias de política de vivienda antes de las elecciones provinciales de junio en el que se expresan cinco recomendaciones sobre cómo el próximo gobierno debería abordar la crisis inmobiliaria. Las propuestas van desde la construcción de condominios en estaciones de tránsito hasta la expedición de permisos de construcción.
[perfectpullquote align=»left» bordertop=»false» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]»Si los jóvenes profesionales de altos ingresos están luchando para acceder a una nueva vivienda, las consecuencias son nefastas para los trabajadores con salarios más bajos.»[/perfectpullquote]
«Sabemos que la ciudad está creciendo, sabemos que habrá 1,2 millones de personas más en la próxima década, y nuestro camino actual no nos acerca a la vivienda que vamos a necesitar para acomodar a todos esos residentes nuevos, y mucho menos los déficits que tenemos hoy», señala el director ejecutivo de la Junta, Jan De Silva.
Si los jóvenes profesionales de altos ingresos están luchando para acceder a una nueva vivienda, “las consecuencias son nefastas para los trabajadores con salarios más bajos, cuyas contribuciones también son necesarias”, recuerda De Silva.
Una encuesta on-line realizada este verano por Environics para la Junta revelaba que el 83% de los 803 jóvenes profesionales encuestados, de entre 18 y 39 años, reconocía grandes problemas a la hora de ahorrar para la jubilación debido a los altos precios de la vivienda. El 65% dijo que estaba afectando su capacidad para pagar sus créditos
Toronto ocupa el puesto número 22 en una lista de 29 ciudades de todo el mundo clasificadas por su asequibilidad para la vivienda. Entre ellas se encuentran algunas de las 14 ciudades que están siendo consideradas por Amazon para albergar su nuevo centro logístico mundial. Solo una de ellos, Los Ángeles, ocupa un lugar más bajo, el 14, según la encuesta anual Demographia International Housing Affordability Survey, publicada por el Frontier Center for Public Policy.
Otra reciente encuesta ha revelado que que los propietarios están pidiendo en Toronto un promedio de 1.614 dólares por un apartamento de una habitación. Un apartamento de dos habitaciones puede alcanzar los 2,252 dólares.
Estos precios siguen creciendo pese a las medidas adoptadas por los diferentes niveles de gobierno para fomentar el alquiler. Las leyes de control de alquileres se han fortalecido y se han implementado regulaciones para enfriar el mercado de la vivienda, lo que en teoría debería conducir a alquileres más bajos en los condominios, sector que registra los mayores niveles de oferta. Pero los expertos no tienen claro que estas medidas puedan enfriar el mercado y las consecuencias de ello ya se están notando.
Según Jan De Silva, ya es relevante el número de jóvenes profesionales que han elegido vivir en otra parte de Canadá porque llegaron a la conclusión que en Toronto no iban a ser capaces de “tener vivienda, poder formar una familia y ahorrar para jubilarse (y) pagar los préstamos estudiantiles”. Esta pérdida de talento neto puede derivar en otras consecuencias que afecten directamente al dinamismo económico de la ciudad y su modelo productivo, advierten los expertos.