Despacito es el producto del año de la música latina. Una vez resuelto esto, la 18ª edición de los Grammy Latinos, celebrada este jueves en Las Vegas, fue un interesante contraste de dos versiones de Puerto Rico, de la música latina y hasta de la cultura en general. El megaéxito bailable de Luis Fonsi logró un total de cuatro grammys, incluido canción del año. René Pérez, Residente, el más nominado de la noche, se fue con dos grammys dentro de la categoría de música urbana por su primer disco en solitario, una exploración de dos años en la que ha buscado los sonidos de los lugares que componen su ADN. Y además, Rubén Blades se elevó desde la salsa para recoger el premio al disco del año.
Fonsi y Pérez, más el premio honorífico a Lin-Manuel Miranda, multipremiado creador del musical Hamilton, convirtieron estos premios en los Grammy de Puerto Rico. En septiembre, la isla ha sido arrasada por el huracán María. Todos ellos se han comprometido a ayudar a la isla y reivindicar un mejor trato por parte de Estados Unidos.
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