La liberal Cristina Bento Martins es la voz de la comunidad de habla hispana en el Parlamento de Ontario. Es de origen portugués y apenas habla español pero en 2014 ganó en el distrito de Davenport, con una importante mayoría hispana, las elecciones provinciales frente a su eterno candidato, Jonah Schelin, del NDP. Desde entonces ha asumido un rol con el que afirma sentirse cómoda aunque reconoce que el principal desafío de la comunidad latina debe ser tener algún día un representante de habla hispana en el Parlamento Federal de Ottawa. Martins emigró con su familia de Portugal a Canadá en 1970, es madre de dos niños y ha trabajado casi quince años en la industria farmacéutica. Es miembro del Comité Permanente de Finanzas y Asuntos Económicos, asistente parlamentaria del Ministro de Ciudadanía, Inmigración y Comercio Internacional y presidenta del Comité Permanente de Agencias Gubernamentales.
¿Cuál es su diagnóstico sobre la situación de la comunidad de habla hispana en Toronto?
Es una comunidad muy vibrante y en crecimiento que ha contribuido en gran medida al progreso de Ontario, tanto económica como culturalmente.
¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta?
Creo que son los mismos problemas a los que se enfrenta cualquier otra comunidad en Ontario, no tiene unos problemas específicos. La comunidad hispan está experimentando un gran crecimiento, alrededor de 400.000 habitantes se contabilizan en la provincia de Ontario y unos 10.000 en el distrito electoral de Davenport (al que representa Cristina Martins). Fruto de este crecimiento es que está experimentado muchos cambios, la emigración que vemos hoy es muy diferente a la que hemos visto antes. Tenemos a gente que llega a Canadá ya con estudios universitarios de sus países de origen e intentan ahora establecerse en el país, en Ontario, y se enfrentan al reto de cómo conseguir ejercer sus profesiones; ingenieros, médicos, abogados… para integrarse de este modo plenamente en el país. Pero también viene otra gente que no tiene un elevado nivel académico, no tienen estudios universitarios o diplomaturas, y a veces encuentran problemas para integrarse en la sociedad canadiense. Desde la provincia estamos ofreciendo muchos programas dirigidos a los recién llegados como el ESL (English as the Second Language), para asegurar que se asienten adecuadamente en el país.
¿Y los principales desafíos?
Llevo trabajando con esta comunidad desde hace años y veo que la representación más antigua vino a Canadá hace décadas por razones extraordinarias; por razones económicas, porque estaban perseguidos en sus países de origen y escapaban buscando una nueva vida en Canadá. Era una inmigración muy diferente a la que vemos ahora que, como decía antes, viene generalmente con una gran formación académica. Integrar a estos dos tipos de perfiles siempre es un desafío, no sólo en la comunidad hispana sino en otras como la portuguesa, que tan bien conozco. Otro desafío es el lograr encajar en la sociedad canadiense, a veces es complicado para muchos. Finalmente creo que una aspiración es que algún día haya alguien realmente hispano que represente a la comunidad de habla hispana en Queens Park (sede del Parlamento de Ontario). La comunidad me ha adoptado como su representante para ser la voz latina en Queens Park pero realmente tienen que surgir nuevos representantes que se integren y que tengan influencia en las decisiones que a diario toma el gobierno. El gran desafío, en resumen, es involucrarse mejor en la sociedad canadiense, también políticamente.
Hablemos de los potenciales que tiene nuestra comunidad…
Tenemos muchas muchas fortalezas… Es una comunidad con mucha energía, muy dinámica, que ha contribuido económica y culturalmente a nuestra provincia. Hay emprendedores muy exitosos que han creado sus propias empresas aquí en Toronto y tenemos que estar muy orgullosos de la aportación que hacen a la economía de Ontario.
¿Cree que se ha producido un choque generacional entre esas dos comunidades que citaba antes; los que llegaron en los 60 y 70 y los que han llegado a Canadá recientemente?
Indudablemente son generaciones diferentes pero ambas pueden aprender mucho la una de la otra. Estamos ante una oportunidad para que se unifiquen y continúen progresando de la manera tan positiva que lo vienen haciendo en los últimos años. Es una de las comunidades que más rápidamente está creciendo en Ontario y están haciendo un gran trabajo.
¿Por qué cree que es tan bajo el interés de los hispanos por la política canadiense?
En mi opinión ha existido cierta opresión política en los países de origen de muchos de los que han venido a vivir a Canadá. Para muchos de ellos no era algo natural el poder votar libremente como sí que se hace con normalidad en Canadá. El nivel de compromiso político, incluso en sus países de origen, era muy bajo. Esa mentalidad ha permanecido cuando han venido a Canadá. Pero la falta de ese compromiso se debe en parte también a que para poder ejercer el derecho al voto es necesario ser ciudadano canadiense y no sé realmente cuál es el numero de latinos que está en condiciones de poder votar. También creo que al no ser el inglés el primer idioma a veces es difícil entender los mensajes y programas políticos y lo que es importante para votar. Quizá desde el gobierno no hemos hecho el trabajo necesario para generar esa conciencia. Mi papel es asegurar que exista esa conciencia y por eso las puertas de mi oficina están abiertas para que quien quiera venga y solvente cualquier duda que tenga sobre leyes, nueva legislación, procedimientos a seguir… Es posible que podamos trabajar más y mejor para divulgar nuestros mensajes a la comunidad también en español. Sería una manera más eficaz de conseguir que la gente se implique en la política local. Y, por supuesto, debo recordar que existe el voluntariado y que conforme se acerquen las elecciones mi oficina y las de otros candidatos van a tener muchas tareas en las que los hispanos podrán involucrarse.
¿Qué efecto pueden tener las políticas de inmigración de Donald Trump, en especial con la comunidad mexicana en Estados Unidos, aquí en Canadá?
Lo que hemos visto hasta ahora es mucha gente con diferentes orígenes, no solo pertenecientes a la comunidad hispana, que quiere venir de Estados Unidos a Canadá. Sigue habiendo un incremento de estudiantes internacionales que han elegido Canadá sobre otros países en los que las cosas no necesariamente son estables o también como resultado de los mensajes disuasorios de Trump. Pero como provincia vamos a seguir invirtiendo en los “newcomers”, siempre van a ser bienvenidos en Ontario, vengan del país que vengan. Lo hemos visto con los refugiados sirios. Dicho esto, no se trata solo de abrir las puertas y decir “bienvenidos”, tenemos que asegurarnos de que invertimos en los programas adecuados para garantizar que esos recién llegados se integren rápido y bien en nuestra sociedad.
¿Qué cree que buscan los hispanos en Canadá y qué es lo que encuentran?
Yo puedo hablar desde mi experiencia como emigrante: yo era muy joven cuando llegué aquí pero, como otros muchos emigrantes, mis padres decidieron venir a Canadá para buscar una mejor vida y más oportunidades para sus hijos. Y estoy segura de que ésta va a seguir siendo la principal razón por la que mucha gente va a elegir Canadá como el país para vivir. Aquí encuentran la estabilidad política que no tienen en sus países. ¿Qué más encuentran?: mucho frío (risas). Encuentran un país acogedor que les permite conocer a mucha gente que habla su mismo idioma o que pertenece a otras comunidades, gente que ha llegado recientemente a Canadá y que encuentra en ciudades como Toronto una pequeña Naciones Unidas porque conviven diferentes personas, religiones, culturas, trayectorias… es muy bonito ver cómo todas estas personas conviven tan bien. Esta imagen de inclusión tiene más fortaleza si cabe en estos momentos con todo lo que está pasando en las fronteras. Canadá es un país de oportunidades y la provincia de Ontario está trabajando para hacer más fácil a la gente su integración en el país. Por ejemplo este año hemos introducido cambios en el OSAP (Ontario Student Assistance Program), que entrarán en vigor el próximo mes de septiembre y que permitirán que aquellas familias con ingresos menores a 15.000 dólares puedan enviar a sus hijos a la universidad prácticamente gratis. Esto es muy importante porque estamos ayudando a familias que no tienen recursos para enviar a sus hijos a desarrollar estudios universitarios.
¿Qué tiene que pasar para que algún día veamos a un miembro de la comunidad de habla hispana en el Parlamento de Ottawa?
Tenemos que asegurar que la comunidad se siga implicando. Yo intento hacer mi parte, estamos intentando reconocer la importancia de la comunidad hispana. Estoy muy orgullosa de que mi primer proyecto de ley fue declarar octubre como el mes de la herencia hispana en Ontario, que es una manera de reconocer su contribución a la provincia. Y si seguimos así quizá algún día tendremos algún representante a nivel federal pero, mientras tanto, estoy muy feliz de representar a la comunidad.