El ecosistema de startups de Toronto ha comenzado a competir seriamente con Silicon Valley como gran motor de emprendimiento en Norteamérica, ofreciendo más ventajas a nuevas compañías. Una de las razones principales es que las cerca de 5.000 empresas tecnológicas del ecosistema de Toronto no tienen que competir con los grande transatlánticos como Google o Facebook por contratar buenos ingenieros. «Competir en ese ambiente por el mejor talento sería muy, muy feroz«, asegura a CNBC Allen Lau, CEO de Wattpad la aplicación de cuentos que está creciendo vertiginosamente en los últimos meses. «En un estanque más pequeño somos el pez más grande», resume.
Toronto y las ciudades integradas en el GTA (Greater Toronto Area) tienen una población de 5,4 millones y hay registrados 150,000 estudiantes a tiempo completo matriculados en universidades en todo el área del Gran Toronto. Otra razón para sostener este crecimiento es que los gobiernos federal y provincial ofrecen un fuerte apoyo a la innovación tecnológica y a la asistencia financiera. Las startups también son apoyadas por una sólida comunidad de capital de riesgo.
Más de dos mil millones de dólares en capital de riesgo fueron desembolsados en Canadá en 2016, lo que supone un aumento de un 15 por ciento sobre 2016 y la mayor cantidad de fondos desde 2002, cuando se alcanzaron los 2.700 millones de dólares, según la Canadian Venture Capital & Private Equity Association. Thalmic Labs, fabricante de tecnologías portátiles basadas en Kitchener, Ontario, logró de los inversionistas 120 millones de dólares en una serie B, entre ellos Intel Capital, The Amazon Alexa Fund y Fidelity Investments Canadá. Un catalizador importante ha sido la masa crítica de empresas tecnológicas canadienses con éxito, encabezadas por Shopify, Hootsuite, Kik y D2L, con oficinas en la ciudad, junto a compañías estadounidenses como Facebook, Twitter y Google.
«El capital no se preocupa realmente por las fronteras«, señala Mike McDerment, CEO de FreshBooks, un popular suministrador de software de contabilidad fundado en Toronto. «Es un ambiente realmente bueno para hacer una inversión«, afirma McDermont. Los inversionistas afirman que pueden contratar a altos ingenieros canadienses por 70.000 dólares americanos, una cifra razonable si se compara con los 100.000 o 200.000 dólares que ganan en Nueva York y Boston respectivamente. En este sentido también favorece el hecho de que, por el momento, el de vida de Toronto sea menor que el de los centros tecnológicos más caros de Nueva York.
«Aunque no es una ciudad barata para vivir, sigue siendo asequible«, dice Craig Morantz, un inversionista ángel en el área de Toronto que anteriormente se desempeñó como CEO de Kira Talent. Los altos ejecutivos y los emprendedores destacan también la diversidad de Toronto, con el 49 por ciento de la población venida de otros lugares del planeta. «Tener ese tipo de diversidad le ayuda a construir grandes empresas«, dice Morantz, quien sostiene que «cuando tienes a alguien que es quizás la primera o segunda generación, están viniendo a la mesa con una perspectiva única«.
La ciudad también cuenta con una próspera infraestructura para fomentar la creación de nuevas empresas, con centros como DMZ, una incubadora de tecnología de la Universidad Ryerson y MaRS, que ayuda a conectar a empresas emergentes en tecnología de información y comunicaciones, tecnologías limpias y salud con financiamiento y asesoría.