El gobierno canadiense podría ampliar a todas las empresas del país su plan de tramitar en un plazo máximo de dos semanas los procesos de adjudicación de visado para que trabajadores extranjeros altamente cualificados puedan trabajar en Canadá. En la actualidad, esta medida sólo se planteaba a las empresas del ámbito tecnológico, que son las que de una manera más determinante han presionado al gobierno para que acorte los trámites vinculados a este proceso burocrático.
El gobierno quiere extender el nuevo proceso acelerado al mayor número de empresas y tipos de trabajo posibles, y se inclina hacia la imposición de un requisito de salario mínimo para limitar el número de posibles solicitantes, según ha indicado el ministro de Innovación, Ciencia y Desarrollo Económico Navdeep Bains. Su departamento está trabajando en la propuesta de ley junto con el departamento de Inmigración.
Bains dijo que espera tener los cambios listos para anunciar en el presupuesto federal, que generalmente se entrega antes del cierre del año fiscal, el 31 de marzo. Las empresas todavía tendrán que aplicar inicialmente al gobierno para conseguir el derecho a que sus empleados sean evaluados bajo el programa de vía rápida.
El gobierno reveló el plan el pasado mes de noviembre después de recibir las presiones de la floreciente comunidad tecnológica de Canadá, que alertó de que su crecimiento estaba siendo limitado por su incapacidad para atraer ejecutivos de alto perfil para ocupar cargos en departamentos estratégicos como ventas, marketing y administración. La escena tecnológica de Canadá ha experimentado un crecimiento formidable en los últimos años y 2016 está previsto que se cierre con la más alta cifra de financiación de capital de riesgo de la historia. Ya en octubre se han alcanzado los 2.100 millones de dólares, según Pitchbook Data.
Bains señaló en una reciente entrevista con Bloomberg TV que las empresas canadienses necesitan mejorar la representación de las mujeres y de las minorías en puestos de poder. Corporate Canada ha sido criticado después de que la presencia de mujeres en las juntas directivas aumentara sólo un punto porcentual (hasta el 12 por ciento) en 2016 con respecto al año anterior.