México ha adelantado a Canadá como el segundo exportador de mercancías a Estados Unidos durante 2016, lo que muestra los estrechos lazos económicos que mantienen ambos países, incluso cuando la relación está siendo cuestionada por el presidente electo Donald Trump.
Los envíos desde México totalizaron 245.000 millones de dólares en los primeros 10 meses del año, según cifras del Departamento de Comercio publicadas el martes, por delante de los 230.000 millones de dólares de Canadá. Si la tendencia continúa, será la primera vez que Estados Unidos adquiera más importaciones de su vecino del sur. Los dos países terminaron el año 2015 empatados en sus cifras de exportaciones.
Al alcanzar a Canadá, China y México se sitúan como los dos primeros exportadores a Estados Unidos, justo cuando Trump se prepara para asumir el cargo en enero, lo que refleja la fuerte atracción para la economía de jurisdicciones de menor costo como la de los Estados Unidos. Canadá, que tiene una de las bases de costos más altas en las Américas, ha visto cómo su cuota de importaciones de EE UU caía hasta el 13%, en comparación con el 20% hace dos décadas.
«La integración con México se ha hecho más sólida que con Canadá», señala Marco Oviedo, economista jefe de México para Barclays Plc. «La manufactura sigue siendo muy competitiva en términos de salarios y ubicación para otros productores y proveedores de los Estados Unidos», ha recordado.
Los vínculos crecientes entre México y Estados Unidos dependen en gran medida de la industria de la automoción. México ha abierto nuevas fábricas en los últimos seis años: Toyota Motor Corp., la unidad de lujo de Audi para Volkswagen AG, Kia Motors Corp. y BMW AG —hasta 26.000 millones de dólares en nuevas inversiones en el sector desde 2010, según el Centro de Investigación Automotriz de Ann Arbor de Michigan—, abasteciendo envíos de autos por un total de 90.000 millones de dólares en los primeros 10 meses de 2016. En este mismo periodo la cifra de negocio Canadá apenas ha alcanzado los 54.000 millones de dólares.
Los costes laborales de Canadá son también una de las principales razones de esta tendencia, según indican los expertos. Estos se han incrementado al unificar la medida en dólares estadounidenses, un índice clave de competitividad, en un 64 por ciento desde 2002, incluso con el debilitamiento de la moneda canadiense en los últimos años. Los salarios medios de México, por su parte, subieron un 0,5% anual en la última década hasta 2014, el menor de los 11 países latinoamericanos más grandes después de Venezuela, según datos de la Organización Internacional del Trabajo.
«Nuestra competitividad no ha sido la que podría ser», señaló recientemente el gobernador del Banco de Canadá, Stephen Poloz, quien desarrolló buena parte de su carrera en el centro de producción canadiense de General Motors Co. de Oshawa, al este de Toronto. Los fabricantes de automóviles «pueden hacerlo con la misma facilidad en México y obtener una mano de obra cualificada y más barata».
Y los problemas van mucho más allá del sector del automóvil para Canadá. En un año que registró descensos generales para todos los envíos a los Estados Unidos, las exportaciones canadienses han caído un 7,7%, frente a un 1,6% de México.