El Banco de Canadá ha reducido a cinco la lista de candidatas a aparecer por primera vez en la historia del país en la parte frontal de un billete. El próximo 8 de diciembre la institución anunciará, a través del Ministro de Finanzas y del Gobernador del Banco de Canadá, quién será finalmente el rostro que ilustre la moneda canadiense. La decisión no va a ser sencilla. La activista por los derechos civiles Viola Desmond, la poetisa E. Pauline Johnson, la sufragista Idola Saint-Jean, la medallista olímpica Fanny Rosenfeld y la pionera de la aviación Elsie MacGill conforman la última lista. La iniciativa lanzada por el Banco de Canadá ha supuesto un largo proceso en el que diferentes asociaciones y colectivos del país han defendido a diversas candidatas. Un total de 461 icónicas mujeres canadienses cumplieron con los criterios de calificación a través del proceso de selección abierto por el Banco.
Por ejemplo, la sufragista de Alberta, Nellie McClung, que luchó para que las mujeres fueran legalmente reconocidas como personas de pleno derecho en Canadá, no ha logrado entrar, sorpresivamente, en el grupo de las cinco finalistas a pesar de haber terminado primera en una encuesta realizada a través de internet. De hecho, McClung tuvo una breve presencia como icono de la moneda canadiense cuando fue representada junto con sus compañeras del grupo Famous Five –Henrietta Muir Edwards, Emily Murphy, Lousie McKinney e Irene Parlby– en la parte trasera del billete de 50CAD que se introdujo en 2004. Sin embargo, fueron eliminadas en el rediseño de 2011. El debate, sin duda, esta servido; un debate no exento de polémica en ocasiones.
Este es un breve repaso a la biografía de las cinco candidatas finalistas:
Viola Desmond
Nacida en 1914, Viola Desmond creció para ser una empresaria de color pionera en Nueva Escocia. El 8 de noviembre de 1946, decidió pasar el día en New Glasgow después de que su coche sufriera una avería. Aprovechó el contratiempo para ver una película en el Teatro Roseland. Cuando el empleado se negó a venderle un boleto para la planta principal, donde se situaban los espectadores blancos, Desmond no hizo caso y tomó asiento. Fue arrastrada y expulsada del teatro y pasó la noche en la cárcel sin que se la hubieran leído sus derechos. Al día siguiente la multaron con 20CAD más las tasas judiciales.
Desmond luchó contra aquellos cargos pero su caso adquirió una dirección imprevista como consecuencia de la pericia de los abogados del estado, los cuales la acusaron con éxito de evasión de impuestos. Los abogados argumentaron que ella compró un boleto para un balcón más barato del teatro pero sin embargo se sentó en la sala principal, que era más cara. Había pagado un centavo menos en el impuesto por actividades de diversión. Después de perder el caso, Desmond abandonó la provincia para asistir a la escuela en Montreal antes de instalarse en Nueva York. Murió en 1950 y está enterrada en Halifax. En 2010, la provincia de Nueva Escocia la otorgó el indulto con carácter póstumo y Halifax Transit presentó el pasado mes de julio un nuevo ferry que lleva en su honor su nombre.
Elsie MacGill
Fue la primera mujer en Canadá en graduarse con una licenciatura en ingeniería eléctrica en la Universidad de Toronto en 1927. Luego pasó a completar una maestría en ingeniería aeronáutica en la Universidad de Michigan antes de lanzar su carrera como primera mujer del mundo en diseñar una aeronave. MacGill se ganó el apodo la «reina de los huracanes» por dirigir el diseño de los famosos Hawker Hurricane, que lograron cambiar el rumbo de la épica batalla de Gran Bretaña. Se trata de uno de los más dramáticos episodios durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la Royal Air Force (RAF) defendió al Reino Unido de los ataques de la Fuerza Aérea alemana (Luftwaffe) desde finales de junio de 1940.
Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, MacGill fundó un negocio de consultoría con su marido y asumió varias tareas de asesoramiento hasta convertirse en la primera mujer en presidir un comité de Naciones Unidas en 1947. Murió en Cambridge, Massachusetts en 1980.
Pauline Johnson
Nació en Ontario en 1861. Sus padres eran un jefe Mohawk y una mujer inglesa. En 1883, mientras escribía y actuaba en una representación teatral, publicó su primer gran poema “Mi Pequeña Jean”. Johnson adoptaría eventualmente el nombre de su abuelo, Tekahionwake, y pasaría a construir un rico legado como una de los mejores escritores de Canadá con obras como In The Shadows, Ode To Brant o A Cry From An Indian Wife, una historia basada en la Rebelión Riel que muchos consideran que es su mejor trabajo. Después de una exitosa carrera como poeta de teatro, se retiró a Vancouver en 1909, donde continuó escribiendo hasta su muerte por cáncer de mama en 1913.
Fanny Rosenfeld
Es miembro del Salón de la Fama de Atletismo, celebró récords nacionales en varios eventos y fue medallista de oro y plata en los Juegos Olímpicos de Verano de 1928 en Amsterdam. Con el nombre de Bobbie, por su peculiar corte de pelo para aquella época, Bob Rosenfeld fue nombrada Atleta Femenina de Canadá de la primera mitad del siglo XX.
Después de que la artritis la obligara a abandonar la competición, Rosenfeld inició una carrera como entrenadora y gestora de deportes en Ontario, al tiempo que inauguraba una fructífera carrera periodística que la llevaría a cubrir competiciones femeninas de diversos deportes durante casi dos décadas en el Globe and Mail. Murió en Toronto en 1969.
Idola Saint-Jean
Fue una líder fundamental en el movimiento sufragista de Quebec, formando parte del grupo de mujeres que se reunió por primera vez con el primer ministro de Quebec, Louis-Alexandre Taschereau, en 1927, con la exigencia de extender el derecho al voto a las mujeres quebecois, como ya ocurría en el resto del país. Se pronunció en la Asamblea Nacional de Québec con la misma demanda cada año hasta que finalmente logró su objetivo en 1940, casi veinte años después de que las mujeres tuvieran derecho a votar en las elecciones federales. Murió en Montreal en 1945.