La Cumbre de Líderes de Norteamérica escenificó este miércoles en Ottawa la recuperación de la cordialidad en las relaciones entre Canadá, Estados Unidos y México, después de varios años de notoria frialdad diplomática.
Fue una reunión cargada de gestos y de despedidas. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se estrenó en la cumbre ejerciendo de anfitrión en contraste con su homólogo estadounidense, Barack Obama, que en enero abandonará su cargo después de ocho años. Enrique Peña Nieto, que llegó a Canadá ya el lunes y ha mantenido desde entonces una intensa agenda, ha sabido rentabilizar políticamente esta visita gracias al anuncio oficial realizado el martes por Trudeau de que su gobierno levantará la imposición de la visa a los ciudadanos mexicanos a partir del próximo 1 de diciembre.
En Ottawa los tres líderes acordaron un plan de acción contra el cambio climático y condenaron los atentados terroristas del pasado martes en Estambul. Hubo además un esfuerzo por reforzar los gestos públicos de unidad, un mensaje dirigido directamente al candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, quien la víspera de la Cumbre anunció que si gana las elecciones de noviembre propondrá la salida de su país del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que calificó como «el peor acuerdo comercial de la historia» de EE UU.
El terrorismo ocupó un espacio capital en la agenda de los líderes y en sus declaraciones posteriores. El atentado de Estambul, en el que hasta el momento han muerto 35 personas, alteró la agenda prevista y y obligó a los mandatarios a reiterar la unidad de acción ante el grupo terrorista Daesh, probable autor de la matanza. «No vamos a descansar hasta que hayamos desmantelado esas redes de odio que han tenido un efecto en todo el mundo civilizado. Estamos con el pueblo de Turquía», afirmó el presidente estadounidense.
Obama reveló hoy en Ottawa que ha invitado a su homólogo mexicano a visitar Washington antes de abandonar la Casa Blanca en enero de 2017, y calificó a México de «socios extraordinarios». «Gracias por ser buenos vecinos y amigos», dijo el presidente estadounidense.
Peña Nieto también expresó su agradecimiento a Obama «por la voluntad política» que ha demostrado durante su mandato en las relaciones con México. «El aislamiento no es ruta. La integración lo es», dijo el jefe de Estado de México.
Los analistas políticos valoraron estas declaraciones de Obama también en clave electoral, como respuesta a la cruzada que mantiene Trump en contra de la emigración mexicana hacia Estados Unidos y su promesa de levantar un muro entre ambos países si gana las elecciones.
Un pacto contra el cambio climático
Los dirigentes norteamericanos han llegado a un acuerdo de energía y medio ambiente en la cumbre que establece que para 2025 la región genere un 50% de energía limpia.
Según los detalles del plan dado a conocer durante la cumbre de Ottawa, el objetivo de energía limpia incluye fuentes renovables, energía nuclear, tecnologías de captura y almacenamiento de carbono así como reducción de la demanda gracias a eficiencia energética.
Los tres países acordaron apoyar los proyectos de transmisión de electricidad trasnacionales, una amplia integración de sus sistemas energéticos y fomentar el uso gubernamental de energía procedente de fuentes limpias.
Los gobiernos de Estados Unidos y Canadá se comprometieron a que para 2025 el 100% de la electricidad que adquieran proceda de fuentes limpias. Como habían adelantado, los tres socios norteamericanos también acordaron reducir las emisiones de metano del sector petrolífero, la mayor fuente mundial de este gas, entre un 40% y un 45% para 2025.