Muchas críticas se han vertido desde el oficialismo contra su autora desde que el libro saliera a la venta el pasado octubre. En particular le reprochan que no aporte pruebas que sustenten sus dichos. Me parecen injustas esas críticas: ER$ es ante todo un testimonio de un personaje no de primera fila pero sí de segunda, y al ser un testimonio no viene a cuento exigirle prueba documental.
Entendamos algo: un testigo no es un ministerio público ni está obligado a mostrar evidencia alguna, su testimonio es pertinente simple y sencillamente porque estuvo cerca de unos hechos que se juzgan en una corte, que en este caso es la opinión pública.
La reacción de AMLO y sus voceros a la publicación de ER$ ha sido intentar descalificarlo tanto en la forma como en el fondo. En la forma señalan que se trata de un libro de chismes y, metiéndose en asuntos personales, que es el trabajo de una mujer despechada. Y si bien no tienen toda la razón, sí tienen algo de razón.
El texto está salpicado de jugosas anécdotas en las que los miembros del grupo en el poder aparecen en situaciones harto comprometedoras. Llámenle chismes si quieren, yo prefiero llamarle testimonio
En efecto, el texto está salpicado de jugosas anécdotas en las que los miembros del grupo en el poder aparecen en situaciones harto comprometedoras. Llámenle chismes si quieren, yo prefiero llamarle testimonio. Respecto a si la autora está despechada o no, para el lector eso es irrelevante. Pero ciertamente ER$ es un relato íntimo (ahí sí de primera fila) sobre un matrimonio malavenido que funciona como un certero torpedo a las aspiraciones políticas del exmarido (dicen que no se conoce a una mujer hasta que se le enfrenta en un juicio de divorcio).
Ya entrando en el fondo del tema, los voceros oficialistas señalan que ER$ no dice nada nuevo, que todo lo que cuenta el libro ya se sabía. Aquí es al revés: si bien tienen algo de razón, no tienen toda la razón. Sí, es verdad, a lo largo de los años hemos visto videos de colaboradores y de hermanos de AMLO dando o recibiendo dinero en efectivo. Sí, también sabíamos que desde 2006 vive de «aportaciones de la gente». Sí, sabíamos también que estuvo en campaña por la presidencia durante doce años sin reportar sus gastos a la autoridad electoral. Y sí, también sabíamos que en su dilatada y ascendente carrera política se ha mostrado ingrato con figuras que en su momento le apoyaron como Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles.
En este sentido, ER$ en efecto no ofrece ninguna revelación que pudiera derivar en un nuevo escándalo que ponga contra las cuerdas al gobierno. Pero sí sugiere un modus operandi de la forma de hacer política de AMLO que explicaría un montón de cosas. ER$ también funciona como una referencia bibliográfica a futuro.
Toda proporción guardada, pienso que ER$ podría algún día también ser referencia obligada para politólogos e historiadores que se asomen a las primeras décadas del siglo veintiuno mexicano.
Viene a mi mente el libro La vida en México de Madame Calderón de la Barca, esposa del embajador español entre 1839 y 1844, que es también un testimonio de un una mujer en segundo plano pero cuya descripción del ex presidente Antonio López de Santa Anna es un clásico en estudios históricos de México: ·De color cetrino, hermosos ojos negros de suave y penetrante mirada, e interesante la expresión de su rostro. No conociendo la historia de su pasado, se podría decir que es un filósofo que vive en digno retraimiento».
Toda proporción guardada, pienso que ER$ podría algún día también ser referencia obligada para politólogos e historiadores que se asomen a las primeras décadas del siglo veintiuno mexicano.
Otro aspecto interesante de ER$ es que muestra cómo los mexicanos bajo este gobierno nos hemos ido acostumbrando a lo poco y malo. Dice el chiste: «Usted todavía espera algo de este gobierno? Sí, que ya termine». El cinismo parece dominar el ánimo social estos días en el país, lo cual ER$ captura a la perfección.
Hay un gran desencanto, cansancio, y desesperanza. Lejos, muy lejos ha quedado el entusiasmo que generó la contundente victoria electoral de AMLO en 2018. El pesimismo y la indiferencia son palpables. En efecto, son muchos los que se han convencido de que no debemos ni podemos esperar ya algo mejor, que México es un país pobre, que el Estado mexicano es (en palabras de AMLO) «un elefante reumático», y que a fin de cuentas «el PRI robaba más».
Y por ello cada día que pasa este gobierno parece más aislado, más ensimismado, más solo. Creo que es porque ya nadie espera nada de él que no sea seguir destruyendo instituciones, como se pretende ahora con el Instituto Nacional Electoral (INE).
ER$ tiene desde mi punto de vista varios destinatarios. El primero seguro es el ex marido de la autora (la venganza es un plato que se sirve frío), otro será el grupo en el poder y su líder López Obrador, y otro los ciudadanos a los que la autora nos otorga una ventana para mirar al poder y a los poderosos en México. ER$ no es una cumbre literaria ni mucho menos. Su estilo es demasiado afrentoso, apurado, y de una prosa picaresca.
Es simplemente un testimonio que, si nos atenemos a su impacto mediático y la reacción desmesurada del oficialismo, cabe concluir que es pertinente.