Hispanas en Toronto: cinco voces para el Día de la Mujer

Este viernes se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. En los últimos años la jornada ha adqurido un caracter más reivindicativo que nunca, que responde al nuevo tiempo que viven los movimientos feministas que piden cambios reales en la sociedad para alcanzar la igualdad entre hombre y mujer.

Hispanas en Toronto
Arriba: la cantante Natasha Roldán y la empresaria Martha Samer. Abajo, de izquierda a derecha: la periodista Carolina Montealegre, la empresaria de bienes raíces Chelo Dueñas, y la periodista Scarlett Navarro.

Este viernes 8 de marzo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer. Desde 1975  Naciones Unidas conmemora anualmente este día, en el que se quiere destacar el esfuerzo de “mujeres corrientes como artífices de la historia”, según la ONU, pero también se pone en evidencia la desigualdad de derechos respecto a los hombres.

En Toronto la jornada principal de manifestaciones se ha trasladado al sábado, bajo el lema: «No tenemos miedo: organizamos nuestras comunidades, nos apoyamos mutuamente, aumentamos la resistencia».

El evento ha sido tradicionalmente una manifestación y marcha, y está organizado por el Comité Organizador de IWD, Mujeres que trabajan con mujeres inmigrantes y activistas de justicia social, trabajo, salud y derechos de las mujeres.

Canadá ocupa el puesto 18 en el último Índice de igualdad de género de Naciones Unidas. En 1995 se situaba en el primer lugar. El último Informe Global de la Brecha de Género elaborado por el Foro Económico Mundial’ sitúa al país en el puesto 16, tras ascender varios puestos en el último año. Este indicador anual mide el tamaño de dicha desigualdad en la participación de la mujer en la economía y el mundo laboral cualificado, en política, acceso a la educación y esperanza de vida.

Mujeres en Canadá, una foto con desajustes

En Lattin Magazine hemos pedido la opinión de cinco mujeres hispanoamericanas que viven en Toronto y que han podido realizarse profesionalmente. A través de sus reflexiones podemos conocer los desafíos a los que se enfrentan a diario desde su condición de mujeres, inmigrantes y trabajadores. En las respuestas hay una referencia permanente a sus países de origen. Aunque en América Latina la situación de la mujer ha mejorado sensiblemente en los últimos años, todavía hay grandes desafíos por resolver.

Carolina Montealegre, periodista

¿Cuáles son, en tu opinión, los desafíos más importantes a los que se enfrenta una mujer en Canadá por el hecho de ser mujer? 

Casos de abuso y violencia contra la mujer son noticia diaria en Canadá. La desigualdad en cuanto al acceso a determinados cargos laborales y los salarios son temas de conversación en diversos ámbitos. Son problemáticas que se ven en todas partes del mundo y que considero que en Canadá aún tienen vigencia, en gran parte, debido a la incapacidad de las diferentes culturas que aquí convergen de desprenderse de ideologías, costumbres y prácticas que en su lugar de origen son vistas como “normales” y aquí se consideran una violación de los derechos fundamentales de la mujer.

¿Crees que existe una mayor igualdad en la sociedad canadiense que en tu país de origen?

Definitivamente. La sociedad de Colombia (mi país de origen) ha sido construida sobre una base altamente machista que sigue pasando por encima de los derechos de la mujer, que al final simplemente se han quedado plasmados en el papel. La mirada y el tratamiento a la mujer en Canadá es diferente: la igualdad de género se aprende desde edades tempranas en espacios educativos y comunitarios, las leyes se toman con mucha más seriedad al igual que los castigos por incumplirlas. En general, considero que la mujer cuenta con un gran respaldo por parte de los entes gubernamentales y sociales que le permite sentirse más segura y confiada, cosa que no pasa en Colombia.

¿Cómo valoras el momento que atraviesa el movimiento feminista en todo el mundo?

El trabajo, la educación y el voto son algunos de los derechos que le han sido reconocidos a la mujer gracias a la lucha de cientos de mujeres en las últimas décadas. Sin embargo, problemas como el abuso, el acoso y la violencia hacia la mujer han permanecido, escondidos tras las paredes del hogar o la oficina, o camuflados en forma de flirteo, de «cumplimiento de obligaciones» o de «así es el mundo». Movimientos como #NiUnaMenos en Latinoamérica y #MeToo a nivel global han visibilizado la gravedad del asunto en todos los sectores de la sociedad y se han convertido en una voz y una red de apoyo para todas las mujeres.

Es como si nos hubieran quitado una venda de la boca para poder denunciar todo aquello que nos agrede y nos intimida, y nos hubieran soltado las cadenas del sometimiento y la resignación para poder actuar por nosotras mismas. Ver tanta unión y tanto apoyo y sentir que somos escuchadas y que se nos toma en serio ha hecho que el miedo se desvanezca poco a poco y que nos empoderemos de nuestras vidas y tomemos las riendas de ellas para llevarlas por el camino que nosotras queramos. Nosotras y nadie más.

Chelo Dueñas, Real Estate

¿Cuáles son, en tu opinión, los desafíos más importantes a los que se enfrenta una mujer en Canadá por el hecho de ser mujer?  

La reconciliación familiar y la vida laboral es todavía un gran desafío no solo en Canadá, sino en todo el mundo. Existe una gran presión por ser mujer trabajadora y dar todo lo máximo en el trabajo y al mismo tiempo, se nos exige que seamos las madres perfectas. Parece que tengamos que decidir entre los dos. Tenemos muchos modelos de mujeres profesionales, pero necesitamos más. Necesitamos dar más visibilidad a todas esas mujeres fabulosas, profesionales o no profesionales; de crear más oportunidades y de fomentar equipos con más mujeres. En los últimos años, en Toronto está surgiendo un movimiento muy fuerte de apoyo a las mujeres, grupos formados por mujeres y dirigido a mujeres. Bravo!

¿Crees que existe una mayor igualdad en la sociedad canadiense que en tu país de origen? 

Sin duda, en Canadá tenemos una politica muy favorable para combinar las responsabilidades en el cuidado de nuestros hijos con las responsabilidades en el trabajo, por ejemplo, tenemos una baja por maternidad de un año y ayudas economicas mensuales por hijo. En la mayoría de los casos se te valora por tus méritos laborales y por tu experiencia, no les importa si eres un hombre o una mujer. Todavía no es perfecto y debemos seguir trabajar en ello. Sueño con una sociedad en la que tanto mi hija como mi hijo tengan las mismas oportunidades y se les valore como personas. Eduquemos a los pequeños en un marco de tolerancia, de apertura, de aceptación y todos ganaremos.

¿Cómo valoras el momento que atraviesa el movimiento feminista en todo el mundo? 

Ya era hora de tener movimientos como #MeToo. Hay que dar visibilidad a este gran problema de la sociedad. Estamos en el siglo XXI y todavía tenemos la necesidad de denunciar las injusticias, de acabar con el acoso sexual en todos los ámbitos. Las mujeres y los hombres decimos «BASTA YA», acabamos con el histórico silencio. Es un movimiento que nos afecta a todos y somos todos, como cojunto de la sociedad, los que trabajando juntos, cambiaremos la sociedad a mejor.

Martha Samer, empresaria

¿Cuáles son, en tu opinión, los desafíos más importantes a los que se enfrenta una mujer en Canadá por el hecho de ser mujer?  

Canadá es un país que ofrece vastas oportunidades a nivel de desarrollo integral que permiten a la mujer evolucionar, reinventarse en todos los ámbitos de su vida. Si hablamos sobre las posibilidades de expansión y proyección de la mujer inmigrante, en un país de inclusividad, de equidad multicultural, el género no representa un obstáculo, por el contrario, es una fortaleza. El límite tiene una clara definición que sí debería preocuparnos al no tener la motivación, guía, orientación o fuerza interior para buscarlo, porque simplemente las fuentes que nutren las posibilidades están allí, listas y disponibles para ser maximizadas a través del potencial de acción de cada persona. Información es poder, en el pleno sentido de su significancia. El aprender a entender que el límite lo tienes tú al no creer en tus propias habilidades, minimiza los recursos externos haciéndolos invisibles a tu propio alcance.

Las oportunidades están por doquier en este país a nivel de encuentro con nosotras mismas en un lugar que nos prodiga tranquilidad, en el mejoramiento de nuestras habilidades cognitivas al tener acceso a variados programas de educación que te mantienen ocupada, en áreas de trabajo aperturadas para desarrollar campos nuevos permitiendo hacerte parte activa y necesaria en el aporte de tu creatividad y deseo por mejorar. La valoración de los Derechos Humanos en Canadá está sustentada en el progreso de la autonomía de la mujer, eliminación de la violencia e igualdad social.

¿Crees que existe una mayor igualdad en la sociedad canadiense que en tu país de origen? 

La igualdad en una sociedad fundamentada en la legalidad, sustentabilidad de los Derechos Humanos, marca la diferencia en la consideración del análisis diferencial conceptuado desde la raíz del género o su perspectiva interpretativa. El tema de la igualdad social genera una visión de denuncia partiendo de la base de la no valoración o respeto que enmarcan la coexistencia y crecimiento con objetivos y propósitos que permitan el mejoramiento de las posibilidades inclusivas y expansivas. Canadá no solamente se fortalece en su diversidad, ha aprendido a hacerla su fuerza y motor inclusivo para la aplicación de los derechos inherentes de sus ciudadanos.

En mi país Venezuela, hemos enfrentado una crisis de valores y desmoronamiento institucional en donde la persistencia de desigualdades estructurales se ha agudizado a través de los años afectando a todos los niveles en todas las áreas que conforman la estabilidad y legalidad social. Venezuela se dirige a una reconstrucción profunda en la raíz de su polarización, lo cual comprueba que aquello que es inherente a los seres humanos en su evolución consciente, fortalece el impulso y el esfuerzo por preservar y mantener las libertades, reivindicaciones y facultades propias de cada individuo, como derecho inalienable en el orden social y jurídico que rija los principios fundamentales de la sociedad.

¿Cómo valoras el momento que atraviesa el movimiento feminista en todo el mundo? 

Los movimientos surgen a consecuencia de una reacción. Identificar los límites en el ser humano permite fortalecer con determinación la forma en que manifiestamente deseas enfrentarlos. La integridad es un valor y derecho inherente, vinculado a la condición humana, irrenunciable, intransferible. El aprendizaje de la experiencia de vida permite identificar la vulnerabilidad en momentos determinados y la manera en que defendemos con convicción los atropellos y abusos que en contra de esa condición se cometan.

El ser humano busca el equilibrio en su existencia, a nivel emocional, psico-afectivo, económico social, en fin, de crecimiento evolutivo de vida, en todos los campos de desarrollo está implícito el valor intangible que busca el balance de la integridad inalienable a la condición humana. Los movimientos se hacen mas fuertes, en la unidad de las voces que los lideran. El reclamo de los derechos humanos coartados por el abuso o egoísmo, siempre lograrán el cambio a través de la lucha por alcanzar el balance individual, social y universalmente considerado.

Natasha Roldán, cantante

¿Cuáles son, en tu opinión, los desafíos más importantes a los que se enfrenta una mujer en Canadá por el hecho de ser mujer?  

Las estructuras de poder en el mundo entero son patriarcales, entonces los problemas a los que se enfrentan las mujeres por el hecho de ser mujeres son los mismos en todos lados. En Canadá las mujeres que más sufren por la desigualdad en todos los ámbitos son las mujeres indígenas y de color. Tenemos estadísticas aterradoras de femicidio. El ultimo reporte del observatorio Canadiense de femicidios concluyó que 148 mujeres y niñas canadienses fueron asesinadas en 2018 y el 91% de los perpetradores fueron hombres, lo cual es consistente con patrones nacionales e internacionales. Una mujer o niña es asesinada cada dos días, en promedio, en algún lugar de Canadá, y una mujer es asesinada por su compañero aproximadamente una vez a la semana. Esto es gravísimo, y es aún más grave pensar que en los países latinoamericanos estas cifras se multiplican a niveles inimaginables.

Por otro lado a la hora de denunciar agresiones sexuales, hay muchos obstáculos y revictimización. Ni la justicia ni las demás instituciones correspondientes están a la altura. En las universidades, por ejemplo, los casos de agresiones sexuales son muy comunes y por lo general el trato que se le da a las víctimas es humillante y siempre se busca ocultar los casos. En el ámbito laboral todavía hay una brecha salarial amplia y para las madres es difícil volver la trabajo después de haber tenido hijos. En materia de educación sexual recientemente hubo un retroceso muy grande por las políticas del gobierno conservador.

El cambio del currículum de educación sexual en los colegios invisibiliza a las personas de la comunidad LGBTIQ2+, elimina conceptos como el consentimiento a la hora de tener relaciones sexuales, por ejemplo. Conocemos los efectos futuros de esta desinformación y son muy graves porque los vivimos ahora. Si no se le enseña estas cosas a las futuras generaciones, las mujeres y las personas más vulnerables seguiremos padeciendo injusticias y agresiones.

¿Crees que existe una mayor igualdad en la sociedad canadiense que en tu país de orígen? 

Creo que en vez del termino “mayor igualdad” utilizaría el término “menor desigualdad”, y claro hay menos desigualdad, pero debido a que este es un país del primer mundo. En Canadá todavía hay mucho trabajo por hacer, pero sin duda se encuentra en una mejor posición frente a los derechos de la mujer que Colombia. Yo veo a mi país (Colombia) en una terquedad absoluta de no querer reconocer que el machismo es uno de los problemas más graves que tenemos, que el machismo de verdad mata y está arraigado a los “valores” que tenemos como sociedad.

El machismo manda en las instituciones del estado y el hecho de ser una sociedad tan religiosa y conservadora no hace la tarea fácil. Los programas de televisión que se consumen siempre tienen mensajes aleccionadores para las mujeres y presentan situaciones que refuerzan tradiciones dañinas. Es preocupante ver las noticias, y darse cuenta que los y las periodistas no tienen ni idea de como abordar temas de violencia de genero, y es muy difícil para el televidente del común reconocer estos problemas porque gran parte de su educación proviene de los medios de comunicación.

Nuestra selección femenina de fútbol recientemente denunció tratos desiguales y acoso, y la solución fue acabar con la selección. Como lo dicta ese pacto entre varones, la solución siempre es silenciar a la víctima y esconder el problema. Hay opresión sistemática. La conciencia colectiva de los colombianos necesita mucho trabajo. Para poder entender estos temas y reconocer los problemas y sus consecuencias, debemos hacer una labor constante de deconstrucción, re-educarnos, cuestionar las normas establecidas y lo que hemos aceptado como normal.

En Colombia sorprendentemente hay muchas mujeres en cargos públicos, pero no solo se necesitan mujeres, sino mujeres educadas que puedan reconocer el machismo, que gobiernen con interseccionalidad en mente, entendiendo que los mismos problemas no afectan a las personas de la misma manera, abogando por los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, por el bienestar de las más vulnerables, y desligándose de toda estructura patriarcal. Para los hombres también es importante entender que deben dejar a un lado ese mandato de masculinidad, que en palabras de Rita Segato “los mata primero, los enferma primero.”

¿Cómo valoras el momento que atraviesa el movimiento feminista en todo el mundo? 

#MeToo es para mi uno de los movimientos mas valiosos de esta ola feminista. Ha permitido mirar a la violencia sexual a los ojos y reconocer que siempre ha estado ahí y hay que derrotarla. Es importantísimo que el mundo entienda que nadie pide ser víctima de una agresión sexual, que cada víctima habla a su tiempo y que el trauma deja huellas imborrables, desde el acoso callejero hasta una violación. No es secreto que el mayor porcentaje de agresores son hombres y la sociedad debe entender que se trata de educarlos a ellos para que sean buenos hombres y no de disciplinarnos a nosotras para ser precavidas o sabernos defender.

También es importante entender las relaciones de poder en casos de abuso. Es muy triste encontrar tanta resistencia al problema. Claro que es difícil darse cuenta que un gran porcentaje de la población ha sufrido de abuso o acoso, y que la mayoría de los abusadores son personas cercanas a la víctima. Pero no creerle a una víctima y descalificar su experiencia diciendo que es falsa o por conveniencia, siempre buscando la “víctima perfecta”, una que no usaba falda corta, que no andaba sola en la noche y que no se lo buscó, es bastante problemático y desesperanzador. El ejemplo de solidaridad y la reclamación de la autoridad sobre nuestros cuerpos en el #MeToo son inspiradores. Yo por mi parte, decido creer y apoyar a cualquiera que alce su voz. Yo sí te creo!

Scarlett Navarro, Mexico Contemporáneo Foundation

¿Cuáles son, en tu opinión, los desafíos más importantes a los que se enfrenta una mujer en Canadá por el hecho de ser mujer?

En mi opinión muy personal, los problemas que enfrenta una mujer en Canadá por el hecho de ser mujer es que todavía no existe en su totalidad la apertura para que las mujeres lleguen a puestos a nivel ejecutivo, ya que aún existe un estereotipo donde la mujer todavía no es capaz de lograr el balance entre su familia y su trabajo, porque piensan que no van a cumplir todas las exigencias que el empleador requiere, por ello creo que las empresas desafortunadamente prefieren contratar hombres que mujeres a esos niveles.

¿Crees que existe una mayor igualdad en la sociedad canadiense en tu país de origen?

Definitivamente creo que en la sociedad canadiense hay mucha más igualdad en comparación con mi país de origen, México. Canadá siendo un país multicultural e inclusivo, les da a las mujeres la oportunidad de trabajar no importando la edad, situación que en mi país sí es un factor importante. Asimismo, existe la posibilidad de obtener un trabajo de medio tiempo, para las mujeres con familia que tienen que cuidar a sus hijos menores.

¿Cómo valoras el momento que atraviesa el movimiento feminista en todo el mundo?

Yo creo que es muy importante que movimientos como #MeToo sean visibles en todo el mundo ya que eso les ha dado la oportunidad a mujeres a expresarse cada vez más, a no quedarse calladas y darse cuenta que no son las únicas que han pasado por esas situaciones y que gracias a la manifestación de estos movimientos como #MeToo ha creado conciencia a las empresas y empleadores de estar más atentos al respeto que debe de existir en el ambiente laboral.

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