Fernando García: «Tener otra cultura y otro idioma es un gran valor en el mercado laboral canadiense»

Fernando García, consejero general de Nissan e Infiniti Canadá, es el primer latino que ocupa este cargo en una gran empresa canadiense. Su historia es el relato de un emigrante que llegó a Canadá con nueve años y que afrontó serias dificultades y momentos de zozobra. Ahora da charlas motivacionales a jóvenes en las que comparte su experiencia.

Vídeo: Julio César Rivas / Lattin Magazine

Fernando García habla rápido y con la pasión de un entrenador de fútbol cuando se dirige a sus jugadores. De un entrenador argentino, cabría puntualizar. Matiza los acentos y modula la intensidad de su discurso como si tratara de acunar la atención del entrevistador. Sus palabras almacenan significados más allá de lo concreto porque quieren explorar los territorios del alma con el propósito de motivar y despertar conciencias. La suya se mantiene alerta gracias a los recuerdos de una infancia que no fue ni sencilla ni normal. Sus padres emigraron a Canadá cuando él tenía nueve años y en su memoria todavía los observa trabajando de sol a sol en empresas de limpieza. Y él con ellos. Probablemente en esas agotadoras jornadas nació su conciencia de clase y también la certeza de que no hay más fórmula que el trabajo para resolver la ecuación de la vida cuando se es emigrante.

Ahora habla de ello con la autoridad moral que da el éxito y también con una sincera modestia que va incluida en el mismo paquete. Desde su posición de consejero general de Nissan e Infiniti Canadá (es el primer latino que ocupa esta posición tan relevante en una gran compañía canadiense), Fernando García observa y analiza el mundo globalizado como un espacio de crecimiento y de oportunidades. Su empresa es un buen ejemplo de los nuevos entornos de trabajo, donde la diversidad se valora tanto como la experiencia o el conocimiento. Y es en este escenario global donde cree que los hispanoamericanos que viven en Canadá acabarán posicionándose de manera más visible como una comunidad emprendedora y talentosa. En esta entrevista Fernando García habla de su vida, de los momentos de zozobra -que los hubo-, y de los mecanismos que activa el ser humano para romper sus propias barreras y sus miedos. Él logro romperlas y ahora ofrece charlas motivacionales a jóvenes estudiantes para que comprendan que nada está perdido mientras exista un objetivo, aunque no haya un plan.

Fernando García es el consejero general de Nissan en Infiniti en Canadá. En la foto, en la sede de la multinacional en Mississauga. Foto: Julio César Rivas / Lattin Magazine

Empecemos por el inicio, ¿cómo fueron las circunstancias familiares de tu llegada a Canadá desde Uruguay cuando sólo tenías 9 años?

Yo nací en Argentina pero fui criado en Uruguay. Mis padres vinieron a Canadá cuando yo tenía tres o cuatro años. Estuvimos viviendo aquí un par de años, regresamos otra vez a Uruguay y después vinimos definitivamente a Canadá cuando yo tenía nueve años. Aquí he estado desde entonces y básicamente nuestra historia es la misma que la de otras familias latinas que deciden dejar a su familia, a sus amigos y a su entorno atarás para buscar un mejor futuro para sus hijos en Canadá, un país en el que encontrar ciertas oportunidades que quizá no existían en otros lugares. En cierta forma es la historia de muchos emigrantes.

Muchas veces has hablado de la dificultad que afrontaste entonces para encontrar tu propio espacio en un país nuevo y con un idioma que no conocías. ¿Qué recuerdas de aquella época?

Creo que hay varias cosas. Una era el idioma; tenía un inglés básico pero de ninguna manera a nivel experto. Me acuerdo de que estaba empezando la escuela aquí y me estaban enseñando inglés porque tenía el ESL (English as Second Language), me estaban enseñando italiano porque formaba parte de la escuela y también francés. Por lo tanto era una mezcla de tantos idiomas que a mi se me hacía muy difícil. Tenía claro que tenía que aprender inglés y quería hacerlo pero en cierta forma se hacía una barrera. Pero por otro lado hubo una época en la que no sabía qué hacer con mi vida, no tenía ni la motivación ni el network ni los mentores, que son fundamentales en nuestras comunidades. Y quizá eso fue parte del problema y mirando ahora para atrás hay muchas cosas que quizá podrían haber ocurrido de manera diferente pero también a la vez fue una oportunidad de tener tiempo para pensar en lo que quería hacer, ubicarme un poco más y tener la pasión y la motivación que necesitaba para después, una vez que me di cuenta de lo que quería hacer, entregarme a hacerlo y lograr mis objetivos. Pero no fue fácil, cambié de escuela cuatro o cinco veces, me salí de la escuela por un año antes de recapacitar y regresar… no fue un camino directo. Yo no tenía en mi mente: “quiero ser abogado”, surgió y cambió el destino de mi vida, no fue planeado.

Foto: Julio César Rivas / Lattin Magazine

¿De qué manera influyó en tu manera de ser y en la manera de afrontar la vida, ya de adulto, aquella experiencia?

Creo que fue fundamental porque me enseñó el valor del sacrificio y el valor de trabajar fuerte y de hacer lo que tengas que hacer para lograr tus metas. Me acuerdo de ir con mis padres a hacer las limpiezas, algo que también es común en nuestra comunidad, en mucha de la gente que vino aquí veinte años atrás. Era una de las primeras maneras de entrar al mercado laboral, trabajar en limpiezas, trabajar en las noches y yendo con mis padres cuando era necesario ayudarles. Y veía el sacrificio que tenían que hacer; no sólo con un trabajo, quizá con dos, quizá con tres a la vez y hacer lo que tenían que hacer para salir adelante. Y esto, una vez que tuve la oportunidad de trabajar más y de ponerme las pilas, es algo que me motivó muchísimo, especialmente sabiendo que un día la universidad terminaría y tendría que ir a trabajar y tendría que tener una idea de lo que iba a hacer y lo que quería lograr.

Has dado muchas charlas a estudiantes sobre tu experiencia. Dejaste high school, trabajaste en varios lugares y tiempo después decidiste regresar y hacer la carrera de abogado. ¿Cuál es lección de vida que ellos se llevan de tu experiencia?

La lección más importante es que para cada persona la situación es diferente y la oportunidad sale en diferentes momentos. No necesariamente puedes planearlo todo. Lo que tienes que hacer es entenderte a ti mismo, saber lo que te gusta, saber lo que te apasiona, saber lo que quieres hacer con tu vida y estar preparado para el momento en el que aparezca la oportunidad. Yo personalmente nunca tuve un camino directo en mi carrera, algunas oportunidades surgieron, otras las tomé y muchas decisiones tuve que adoptarlas sobre la marcha. Pero siempre tienes que estar preparado, tener clara cuál es la idea de tu logro o tu meta y cómo puedes alcanzarlo.

¿Cómo llegas a Nissan Canadá?

Fue muy interesante porque básicamente fui contactado por un headhunter. Estaba trabajando en Navistar Canada, una compañía de camiones, y estaba en esta misma posición y me surgió la oportunidad de venir a trabajar aquí y para mi fue perfecto. Se trata de una compañía internacional donde el multiculturalismo es importante, cada uno traemos nuestros propios activos. A Nissan le interesaba ese background que yo podía aportar; ser latino o tener un background diferente era para ellos un activo. En este sentido, creo que compañías internacionales están buscando gente que tenga diferente experiencia, cosas que puedan traer a la mesa. Es algo que tenemos que empezar a ver no necesariamente como un problema o un obstáculo sino como una ventaja. El idioma y la cultura son una ventaja.

[perfectpullquote align=»left» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]La experiencia de venir de una cultura diferente, como la latina, creo que es una gran ventaja en Canadá y en cualquier sitio al que vayas.[/perfectpullquote]

¿Cuál crees que es tu aportación, con el background que traes, a una compañía multicultural y de la dimensión de Nissan?

Siendo parte de un equipo aquí o siendo parte de un equipo global es importante saber cómo trabajar con gente de diferentes culturas, con diferentes idiomas o diferentes experiencias. Eso te va a servir allá adonde vayas; en cualquier situación, en cualquier profesión, en cualquier cosa que hagas. Vivimos en un país muy diverso y tratamos con gente de diferentes partes del mundo. Esa experiencia de venir de una cultura diferente creo que es una gran ventaja en Canadá y en cualquier sitio al que vayas.

¿De qué modo influye tu carácter latino en tu manera de trabajar y cómo lo perciben tus compañeros de trabajo?

No sé si necesariamente es algo del carácter latino o más bien del carácter del inmigrante. El ser una persona que se crió en una familia que le dio la fundación, le hizo entender la importancia, no solamente de la educación sino también de ser parte de un equipo, de ser una persona que contribuye a la comunidad, al trabajo… creo que todo eso son cosas que traemos porque no necesariamente dedicamos toda nuestra vida al trabajo. Una vez que salimos de él somos parte de una comunidad, somos parte de una profesión y de un entorno que es el que nos rodea y al que pertenecemos. No solamente trabajamos aquí cuando tenemos puesto nuestro uniforme, también lo hacemos como parte de la comunidad. Esa es también una gran responsabilidad.

Foto: Julio César Rivas / Lattin Magazine

¿Cuáles son los principales desafíos que afronta una industria como la del automóvil, que está evolucionando de una manera formidable para adaptarse a los nuevos retos tecnológicos?

No lo veo como desafíos sino como oportunidades increíbles. Los autos ya no son una máquina sino una computadora que no solamente están ahí para garantizar la confortabilidad de los usuarios. También se avanza en sistemas de seguridad, sistemas para integrar el auto al tráfico… muchísimas cosas que están empezando a salir y que van a causar no necesariamente desafíos pero sí que nos están obligando a pensar de manera anticipada para encontrar la solución para que no sean problemas en un futuro. Pero estas cosas son las que a mi, particularmente, me motivan en el trabajo porque cada mañana cuando vengo aquí no sé necesariamente lo que va a pasar, no sé necesariamente en lo que voy a trabajar pero sé que será algo interesante porque la industria está cambiando muchísimo.

Eres uno de los pocos consejeros generales de origen hispano en Canadá. ¿Esto significa que el mercado laboral canadiense sigue ofreciendo barreras invisibles para determinadas minorías?

Es verdad que he sido el primer consejero general de origen hispano en Canadá, pero no sé si eso describe precisamente una barrera. Se trata de una posición generalmente nueva que verdaderamente ha empezado a tomar mucha influencia en los últimos quince años. Es una posición nueva pero yo miro a la comunidad y veo muchísimos abogados latinos que llevan muchísimo tiempo ejerciendo en Canadá y que tienen muchísima influencia. Por lo tanto no lo veo como una barrera. La única barrera que creo que existe en estos momentos, y que nosotros podemos derribar, es la necesidad de tener mentores, networks, necesitamos trabajar juntos… Durante mucho tiempo nuestra comunidad ha permanecido muy separada: uruguayos, argentinos, peruanos o colombianos no hemos pensado como una misma comunidad. Y éste creo que es el obstáculo más grande que tenemos pero también el que es más fácil de derribar. De hecho creo que, aunque todavía despacio, está cambiando y medios de comunicación como el vuestro u otros y los networks son fundamentales para avanzar hacia delante. Si seguimos así dentro de un tiempo no será tan común ser el primero de nada porque habremos crecido como comunidad y seremos una sola voz. Yo creo que es un gran momento, es un momento de crecimiento el que estamos viviendo y es interesante ser parte de este crecimiento.

Foto: Julio César Rivas / Lattin Magazine

Tú has sido elegido como uno de los hispanos más influyentes de Canadá. ¿De qué modo crees que tu experiencia en la vida puede ser una inspiración para otros latinos que viven en Canadá o que quieren venir a vivir a Canadá?

Cada uno hemos tenido nuestras experiencias y nuestras influencias. Yo, por ejemplo, veo a mis padres y a la gente de esa generación que vino y que trabajó duro y la veo como una inspiración. Para mí son unos líderes. Ahora quizá es diferente, es otra manera de hacer lo que ellos hicieron, que es hacer lo que tenemos que hacer a diario pero también ayudarnos como comunidad, esta oportunidad existe.

El equipo de abogados que diriges acaba de recibir el Premio Diversity y tú estás implicado en varias asociaciones profesionales y grupos comunitarios. ¿Qué importancia tiene el fomento de la diversidad en los entornos de trabajo?

He conocido muchas historias de profesionales que han venido de otros países en los que ejercían como abogados, doctores o farmacéuticos. Han venido aquí y se han encontrado con un problema: no tienen la experiencia canadiense, no pueden ejercer su profesión y el país está perdiendo muchas oportunidades, mucho talento. El trabajo que estamos haciendo aquí en Nissan o con otros grupos como Legal Leaders Diversity, que es un grupo de consejeros generales de todo Canadá, consiste en promover la diversidad en nuestra profesión. Es muy importante porque es una manera de utilizar mejor los recursos y habilidades que existen en la comunidad. Y de este modo nos podemos asegurar de que en el futuro, cuando vengan de otros países excelentes profesionales con increíbles experiencias, no van a encontrar la barrera de la experiencia canadiense. Estamos avanzando y mejorando y Canadá es un buen ejemplo porque aceptamos más e incluimos más. Lo que nos hace diferentes a las compañías es la gente, sus recursos y las habilidades que traen a la mesa. No importa si eres hombre o mujer, tu cultura o el lugar del que procedes, si eres la persona mejor para ese trabajo debes tener la oportunidad de acceder a esa posición. Lo importante es la experiencia, independientemente de dónde vengas.

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Juan Gavasa
xquadramedia.com, juangavasajournalist.wordpress.com | Contactar
Journalist, entrepreneur, writer and Spanish publisher with more than twenty-five years of experience in the field of communications: radio, print and digital. He is a founding member of Lattin Magazine and co-founder of XQuadra Media, a Toronto-based communications startup dedicated to developing creative and strategic content. He has been Editor-in-Chief of PanamericanWorld, a bilinual online information platform created in Toronto with the aim of establishing links between Canada and the Americas. In 1996, he co-founded the communication company Pirineum Multimedia in Spain, dedicated to the development of communication strategies, management of communication projects for private and public companies, web development, cultural events and publishing and advertising production. He specializes in editorial management and is the author, co-author and coordinator of more than twenty books and travel guides.