La política canadiense, sacudida por los escándalos sexuales

La expulsión del diputado federal Tony Clement del Partido Conservador por compartir vídeos sexuales se produce tan solo unos días después de la renuncia del también conservador ministro provincial de Ontario Jim Wilson, tras una denuncia de acoso. Ambos se suman una lista creciente de escándalos que ha afectado asimismo al Partido Liberal.

Tony Clement
El diputado conservador Tony Clement, en Toronto, en 2010. Foto: Damien D. / Wikimedia Commons

El diputado y exministro federal Tony Clement fue expulsado este miércoles del Partido Conservador, tras revelar que durante semanas compartió imágenes y vídeos de naturaleza sexual. Tan solo unos días antes, el ministro provincial de Desarrollo Económico y Comercio de Ontario, Jim Wilson, renunciaba a su cargo y era expulsado asimismo de las filas del Partido Conservador, como consecuencia de —según se supo este mismo miércoles— una denuncia por acoso sexual. Son los dos últimos casos de una lista creciente de escándalos sexuales que ha sacudido la imagen de la política canadiense, y en la que figuran también nombres como los de los exlíderes conservadores Patrick Brown y Rick Dykstra, o el del exministro liberal Kent Hehr.

Clement, un veterano y conocido político que fue ministro de Industria y Sanidad entre 2008 y 2015 (durante el Gobierno de Stephen Harper), y que estuvo también a punto de convertirse en líder del Partido Conservador, reveló el martes por la noche que había compartido a través de internet imágenes y vídeos de naturaleza sexual con una persona que, en principio, pensó que era «una mujer adulta, en una relación con consentimiento».

[perfectpullquote align=»right» bordertop=»false» cite=»» link=»» color=»» class=»» size=»»]»Reconozco que me dirigí por un camino equivocado y que no hice el mejor uso de mi juicio».[/perfectpullquote]

Según señaló el propio diputado, sin embargo, «en realidad [la mujer] era un individuo o un grupo que me captó con el propósito de extorsionarme por dinero».

En ese sentido, informaciones publicadas por varios medios de comunicación, entre ellos, la CBC, señalan que Clement habría sido chantajeado para no revelar públicamente las imágenes comprometedoras a cambio de 50.000 euros (unos 75.200 dólares canadienses). Se ha especulado, no obstante, con motivos más graves del chantaje, ya que, como informa la agencia Efe, el político formaba parte hasta ahora del Comité Parlamentario sobre Seguridad Nacional e Inteligencia, un exclusivo grupo de 11 diputados con acceso a la información más confidencial del país.

Clement, que tiene 57 años de edad y está casado, ha sido expulsado finalmente del grupo parlamentario del Partido Conservador, después de que varias mujeres jóvenes denunciasen en las redes sociales que el político las había acosado.

El diputado ha afirmado que mantendrá su escaño en el Parlamento, pero confirmó que renunciará como portavoz de los conservadores para los temas de justicia y de varias comisiones. «Reconozco que me dirigí por un camino equivocado y que no hice el mejor uso de mi juicio», declaró Clement. «Me disculpo con mi familia por el dolor innecesario y la humillación que han causado mis acciones, y también me disculpo con mis colegas y mis votantes por decepcionarlos», añadió, antes de afirmar que buscará «ayuda y tratamiento», y de pedir que se respete su privacidad.

El líder del Partido Conservador, Andrew Scheer, indicó este miércoles en un comunicado que se sentía «decepcionado» por las acciones de Clement. También confirmó, en declaraciones a los periodistas, que existían alegaciones que sugerían que no se trata de un incidente aislado, razón por la cual había pedido a Clement que abandonase el partido. Scheer agradeció a Clement su intención de pedir ayuda.

En 2010, cuando era secretario del Interior, Clement ya tuvo que disculparse por haber dicho, durante una reunión con representantes de la industria de telecomunicaciones, que Canadá necesitaba «más historias de sexo en vez de historias de éxito».

Jim Wilson
Jim Wilson. Foto: Asamblea Legislativa de Ontario

Doug Ford, salpicado

El caso de Clement se produce tan solo unos días después de otro escándalo, también de carácter sexual, en el seno Gobierno de Ontario.

A finales de la semana pasada, Jim Wilson, ministro de Desarrollo Económico y Comercio de la provincia, renunciaba a su cargo y era expulsado asimismo de las filas del Partido Conservador para, según la versión oficial ofrecida en un principio, recibir tratamiento por problemas de abusos con sustancias adictivas. La verdadera razón, sin embargo, tal y como reconoció el propio premier, Doug Ford, este mismo miércoles, fue una acusación de acoso sexual.

Ford justificó la falsa versión dada inicialmente en la necesidad de «proteger a la denunciante», quien, según aseguró el premier, le había pedido expresamente que no revelase el caso. La oposición, sin embargo, acusa al líder conservador de «mentir al público para proteger a Wilson». El premier ha dicho que tiene «tolerancia cero» para con el comportamiento del ya exministro, y sostiene que el problema de adicción es «real» y que el veterano político conservador va a someterse a un tratamiento de rehabilitación.

Lo cierto es que los escándalos sexuales han perseguido a los conservadores de Ontario a lo largo del último año. El propio Ford se hizo con las riendas del partido después de que el anterior líder de la formación política, Patrick Brown, dimitiese, el pasado mes de enero, tras ser acusado también de abuso sexual, en este caso, por dos mujeres. Y tan solo unos días después, Rick Dykstra dimitió igualmente como presidente de la formación, como consecuencia de las acusaciones de una antigua empleada del partido que aseguró a la revista Maclean’s haber sido asaltada sexualmente por él en 2014. Según la revista, la dirección del partido conoció las acusaciones durante la campaña electoral de las elecciones federales de 2015, a pesar de lo cual Dykstra se mantuvo como candidato.

Kent Hehr
Kent Hehr. Foto: Wikimedia Commons

También entre los liberales

El Partido Liberal tampoco se ha librado de los escándalos. El más sonado, sin duda, es el caso de Kent Hehr, ministro de Veteranos entre 2015 y 2017 y de Deporte y Personas con Discapacidades entre 2017 y 2018 en el Gobierno del primer ministro Justin Trudeau. Hehr tuvo que abandonar su cargo el pasado 26 de enero después de que una mujer denunciase su «comportamiento inapropiado» en una serie de mensajes en Twitter. Su dimisión se producía apenas unas horas después de la de Patrick Brown en Ontario.

No era la primera vez que el entonces ministro era acusado de acciones inapropiadas. En 2017, Hehr, que se desplaza en silla de ruedas, ya había sido denunciado por un grupo de personas con discapacidades por realizar supuestos comentarios ofensivos.

Las acusaciones de carácter sexual han alcanzado incluso al propio Trudeau. El pasado mes de julio volvió a salir a la luz una denuncia realizada hace 18 años, en 2000, por una periodista que aseguró que el ahora primer ministro y entonces profesor la había tocado «de forma inapropiada». Trudeau ha insistido en que pidió disculpas de forma inmediata a la informadora: «Sentí que no estaba totalmente cómoda con la interacción que tuvimos», dijo, añadiendo que en ese momento estaba «bastante seguro» de que no había actuado de ninguna forma con ella «que pudiese sentir que fuese inapropiada».

 

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