Canadá, México y Estados Unidos siguen siendo los ‘Three amigos’: Nace el USMCA

Después de 13 meses de intensas negociaciones, Canadá, Estados Unidos y México firmarán a finales de noviembre la nueva versión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que pasará a llamarse Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés).

Los tres negociadores del nuevo Tratado han vivido momentos de gran tensión durante el último año.

El TLCAN ya no existe, bienvenido el USMCA (Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá). Casi sobre la campana, cuando estaba a punto de cumplirse el plazo límite impuesto por Estados Unidos para aprobar la renovación del tratado de libre comercio entre los tres vecinos, la fumata blanca anunciaba en la noche del domingo el final exitoso de las negociaciones. Ha sido más de un año de frenéticas e histéricas conversaciones marcadas por el carácter imprevisible del presidente estadounidense y por la sensación de que siempre se estaba hablando en el filo de la navaja. De hecho, en este tiempo han sido más prolíficas las noticias que hablaban de una cercana ruptura que de un avance en los consensos. Se hizo más habitual hablar de que todo estaba a punto de estallar por los aires que de los asuntos en los que se había logrado un principio de acuerdo. Al final, la diplomacia de los micrófonos cerrados, las reuniones secretas, el pragmatismo y la constancia de los negociadores de que un fracaso sería perjudicial para los tres socios, se ha impuesto sobre las bravuconadas con las que Donald Trump intentó amenazar una y otra vez la vigencia del tratado y su utilidad.

«Hoy, Canadá y Estados Unidos llegaron, junto a México, a un nuevo acuerdo comercial adaptado para el siglo XXI: el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés)», dijo el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, en una declaración conjunta. El acuerdo existente de TLCAN involucra más de un billón de dólares de operaciones comerciales entre Canadá, México y Estados Unidos.

El representante del presidente electo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, Jesús Seade, celebró la noticia. «Celebramos el acuerdo trilateral. Se cierra la puerta a la fragmentación comercial de la región. TLCAN 2 dará certidumbre y estabilidad al comercio de México con sus socios en Norteamérica», escribió en Twitter Seade, quien representó a López Obrador durante las negociaciones. Lo mismo hizo Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores de México, quien destacó la importancia que va a tener el acuerdo en el desarrollo económico de los tres países.

Los negociadores de Estados Unidos y Canadá pasaron todo el fin de semana colgados al teléfono mientras intentaban resolver una serie de temas claves, como el acceso al mercado de productos lácteos de Canadá y los aranceles de Estados Unidos. Estos dos puntos eran los principales escollos para que los canadienses se incorporaran al acuerdo que estadounidenses y mexicanos ya habían alcanzado unos días antes. El acuerdo preservará un mecanismo de solución de controversias comerciales que Canadá luchó por mantener para proteger su industria maderera y otros sectores de los aranceles antidumping de Estados Unidos.

Pero el mantenimiento de esos puntos ha tenido un costo. Canadá acordó brindarles a los productores de lácteos de Estados Unidos acceso a aproximadamente 3.5% de su mercado doméstico anual de productos lácteos (aproximadamente 16.000 millones de dólares). El gobierno canadiense se está preparando ahora para ofrecer una compensación a los productores lecheros perjudicados por el acuerdo.

El acuerdo se alcanza después de una larga negociación entre México, Estados Unidos y Canadá, ya que el presidente estadounidense, Donald Trump, provocó una revisión del pacto comercial de 1994. Las conversaciones comenzaron en agosto pasado, después de que el mandatario republicano lo calificara como «uno de los peores acuerdos comerciales de la historia» de su país. Según lo estipulado, este acuerdo será ratificado por los Congresos de los tres países en un plazo de 60 días.

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