Canadá plantea dos presupuestos en 2017 para adaptarse a Trump

Bill Morneau anunció en la Cámara de los Comunes que entregará su presupuesto el 22 de marzo.

El impacto de Trump en la economía canadiense es evidente. El ministro de finanzas, Bill Morneau, ha reconocido hoy que la elaboración del presupuesto definitivo para el actual ejercicio está pendiente de la evolución de las relaciones de Canadá con la administración de los Estados Unidos, una relación que está sumida en la incertidumbre por dos factores de gran relevancia: las leyes antinmigración y la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El segundo borrador de presupuesto presentado por el departamento que dirige Bill Morneau tendrá probablemente poca vigencia, a la espera de que se definan todos los frentes abiertos con el país vecino. Una fuente gubernamental de alto nivel ha informado a la CBC que este presupuesto sentará las bases de un escenario inédito en el país: podría ser un año de dos presupuestos, con una importante actualización fiscal el próximo otoño que podría tener en cuenta todas las implicaciones del primer presupuesto de los Estados Unidos bajo la era Trump.

Morneau anunció hoy en la Cámara de los Comunes que entregará su presupuesto el 22 de marzo. La expectativa anunciaba que iba a tratarse del «presupuesto de innovación», que sentaría las bases de un plan para reestructurar la economía canadiense, pero el gobierno se ha visto obligado a rebajar esas expectativas en las últimas semanas. La promesa de Trump de recortes masivos de impuestos personales y corporativos, así como un billón de dólares en gastos de infraestructura, es un factor clave en este enfoque «prudente», dijo la fuente gubernamental.

Pero los funcionarios de finanzas también están preocupados por el riesgo a la baja que presenta el bajo crecimiento económico de Canadá y la continua incertidumbre económica mundial. También hay una clara falta de espacio fiscal para nuevos gastos debido a la decisión anterior del gobierno de enriquecer los programas de beneficios para niños y gastar grandes cantidades del presupuesto en infraestructuras.

El presupuesto incluirá nuevos gastos en algunas áreas clave de la agenda de innovación, especialmente en el desarrollo de habilidades y capacitación para los trabajadores, así como en el reclutamiento de talentos. Sin embargo, se enfocará principalmente en proporcionar detalles sobre los miles de millones de gastos anunciados en el primer presupuesto del gobierno de Trudeau presentado el año pasado, en lugar de lanzar una serie de nuevos y ambiciosos programas. En resumen: el margen de acción es escaso.

Un área que se desarrollará será la de Estrategia con una partida de 800 millones de dólares para apoyar lo que el gobierno llama «redes de innovación y clusters». Se suponía que ese dinero iba a ser distribuido en partidas anuales de 200 millones de dólares durante cuatro años, pero lo cierto es que hasta el momento no se ha ejecutado ni un dólar de esa previsión. El Presupuesto 2017 detallará cómo se gastará parte de ese dinero, además de ofrecer mayores detalles sobre los 186. 000 millones de dólares en gastos de infraestructura que el gobierno ha prometido para la próxima década. Esta fue una de las grandes apuestas de Trudeau cuando el pasado año presentó su primera ley de presupuestos.

Según los analistas, Morneau está actuando con prudencia pesar de los positivos indicadores de crecimiento que se registraron en el último trimestre del pasado año, y de otros factores que es probable que tengan un impacto positivo en la economía. A pesar de toda la controversia que rodea a Trump, su plan económico se espera que impulse la economía de los EE UU —al menos en el corto plazo— y con ella la de Canadá.

Un factor determinante para la evolución del escenario macroeconómico durante 2017 es el del precio del barril de petróleo: ahora se cotiza por encima de los 50 dólares el barril, una cifra considerable en comparación con los 30 dólares de hace un año. Si se logra romper la barrera de los 60 dólares por barril y mantenerla estable, Alberta podría experimentar un brusco giro en su crítico panorama económico y agregar miles de millones a los ingresos federales.

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